EL CALAFATE.- En el marco de los festejos por el Día del Niño, organizados por el municipio local en el anfiteatro del Bosque, el cura Juan Carlos Molina, primer candidato a diputado nacional Fuerza Santacruceña, tuvo hoy su debut proselitista repartiendo juguetes en nombre del municipio.
La jornada reunió a cientos de familias que asistieron al evento con juegos, espectáculos y la esperada entrega de regalos. En las imágenes difundidas por el área de prensa municipal se lo ve a Molina, vestido con un buzo rosa, entregando muñecas y pelotas de fútbol a los chicos, acompañado por funcionarios y colaboradores de la comuna.
El gesto, lejos de ser casual, aparece en sintonía con las palabras que el propio candidato pronunció el pasado miércoles 20 de agosto en la presentación de su postulación en El Calafate, junto al intendente Javier Belloni.
En aquella oportunidad, evocando a su madre, militante radical, Molina señaló: “Mi madre, la Tere, gorila ella, nunca se olvidó cuando pasó el tren con Eva Perón y le regalaron la cocinita y la muñeca. Tenemos que volver a regalar cocinitas, abrazos, muñecas, que el otro sienta que lo estamos mirando”.
Ese recuerdo, convertido ahora en consigna de campaña, encontró hoy su correlato en el festival infantil donde el aparato municipal fue puesto a disposición para la acción proselitista del candidato. Molina entregó los obsequios que, fueron adquiridos y distribuidos por la comuna.
La candidatura del sacerdote generó controversia dentro de la propia Iglesia. Tras su lanzamiento, la Diócesis de Río Gallegos difundió un comunicado en el que aclaró que se trataba de una decisión “exclusivamente personal” de Molina y que no representaba la posición de la institución.
Sin embargo, al día siguiente, el propio cura aseguró que el documento había sido redactado en conjunto con el obispo Ignacio Medina, buscando así relativizar la distancia que marcó públicamente la jerarquía eclesiástica.
El debut del cura en clave electoral se da a menos de una semana de haber lanzado su candidatura, en un acto donde expresó su deseo de que “Cristina esté libre” y de “volver a enamorar a la gente con la política”. Hoy, la postal de las muñecas y las pelotas entregadas a los más chicos marcó la primera escena pública de su campaña.
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