EL CALAFATE.- En las últimas horas desde la Patagonia fuimos testigos de una tormenta geomagnética extrema que impactó sobre la Tierra el viernes en la noche. Más allá del altisonante nombre, aquí en la Tierra, lejos de la galaxia, pudimos observar cielos más increíbles de lo habitual.

Las auroras boreales y australes sorprendieron tanto a los científicos como a los habitantes de varios países de Europa, Norteamérica y, en el hemisferio sur, Chile, Argentina, Uruguay, Nueva Zelanda. A los habitantes de a pie nos sorprendió el viernes a la noche cuando empezaron a circular fotos de El Calafate, Ushuaia y El Chaltén, con cielos que parecían reconstruidos con Inteligencia Artificial.

Pero no. No fue la inteligencia artificial, sino la tormenta más fuerte de los últimos 20 años. La última vez que este fenómeno fue visible en la Argentina fue en el año en 1989.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, NOAA, perteneciente al Departamento de Comercio de los Estados Unidos, había advertido la tormenta solar, ya que según el organismo, unos días antes se pudieron observar importantes manchas solares (algunas, más grandes que la Tierra) en la región 3664 que produjeron grandes emisiones de plasma y campos magnéticos desde el Sol. Por esa intensidad de las emisiones, las auroras se expandieron mucho más allá de las zonas cercanas a los polos.

Quienes escudriñan con frecuencia los cielos de la Patagonia ya estaban alertados de que algo podía pasar en estas latitudes.

Tal es el caso de Natalia Renard, quien además de ser una reconocida guía de turismo de El Calafate, desde hace algunos años se dedica a la astrofotografía, disciplina que conjuga el deleite de paisajes nocturnos con el arte de la fotografía para retratar las más espectaculares imágenes del centro galáctico.

Ella es la autora de la fotografía que ilustra este artículo. La tomó la medianoche del viernes, a la vera a la ruta provincial 11 a unos 10 km de El Calafate, en dirección al PN Los Glaciares.

Ruta Provincial 11, camino al PN Los Glaciares. Foto de Nats Renard.

"Cada once años nuestra estrella el sol tiene una inversión del campo magnético, esto hace que la actividad solar sea más intensa y haya mayores posibilidades de erupciones solares. Este año, el 2024, es el año 11 en este proceso. Por eso fue tan importante el último eclipse total de sol que se pudo ver en el hemisferio norte. Les dio la posibilidad a los astrónomos de observar de forma más clara la corona solar y poder estudiar y entender mejor a nuestra estrella", describió ayer Natalia a través de sus redes cuando empezaron a llover las consultas para tratar de entender el fenómeno.

Para poder guiarse sobre la situación del cielo por estas horas, utilizó la aplicación Space Weather, (gratuita), que registra la actividad del sol constantemente. A sus seguidores en redes les explicó cómo se miden las erupciones solares y cómo se miden los efectos magnéticos de los eventos solares.

Curva de los Supiros. PN Los Glaciares. Gentileza @guardaparque.arg Marcos Motti

A quien también las auroras australes encontraron con la cámara lista, fue al guardaparque Marcos Motti de la Seccional Glaciar Moreno, quien desde que se encuentra destacado en este parque suele sorprender con las imágenes que comparte desde su cuenta en Instagrama @guardaparque.arg. Hace unas semanas registró a los cuatro helicópteros chilenos que sobrevolaron el glaciar Perito Moreno, y que derivó en un pedido de informes de la Cancillería Argentina a Chile.

Este viernes, que para unos pocos privilegiados que pudieron observar el fenómeno será un día inolvidable en sus vidas, Marcos retrató una imagen soñada en la Curva de los Suspiros con las auroras australes flotando sobre el glaciar Perito Moreno y las compartió en sus redes sociales. Aquí las reproducimos para nuestros lectores.

PN Los Glaciares. @guardaparque.arg Marcos Motti