RÍO GALLEGOS.- Así lo afirmó el médico Pablo Guisoni, quien fue denunciado por abuso sexual, tiene dos fallos absolutorios, pero el caso continúa en la justicia mientras no puede ver a sus hijos.
Del encuentro participaron profesionales vinculados al tema, personas denunciadas que aun esperan una resolución de la justicia, y estuvo nuevamente el abuelo del chico Lucio Dupuy víctima fatal de maltrato por parte de su madre y de su pareja. Ramón Dupuy ya había estado aquí en marzo, cuando funcionarias municipales le realizaron un escandaloso escrache. En el congreso se mencionaron los casos del docente Juan Pablo Mengonari", detenido en El Calafate tras una denuncia por supuesto abuso contra un niño; y de Facundo Díaz, quien se suicidó en medio de una denuncia similar en su contra.
El sábado 28 de junio se desarrolló en Río Gallegos el Segundo Congreso Nacional contra las Falsas Denuncias, un espacio que convocó a profesionales, víctimas y familiares de personas involucradas en denuncias penales que luego resultaron infundadas. La actividad tuvo como eje central visibilizar las consecuencias que generan este tipo de acusaciones cuando son utilizadas de manera instrumental, especialmente en el marco de conflictos familiares. El evento fue impulsado por el colectivo “No a las falsas denuncias”, con participación de referentes de distintas provincias.

Una de las voces destacadas fue la de la abogada Elba Soria, quien afirmó que el objetivo del Congreso no es negar las denuncias reales ni cuestionar a las víctimas genuinas: “Le decimos no a las falsas denuncias, pero para ello, paralelamente se trabaja con los conocimientos. He ahí la diferencia”, sostuvo. Soria explicó que el enfoque del encuentro parte de dos ejes: los testimonios de quienes sufrieron falsas acusaciones y los saberes jurídicos, con el fin de construir herramientas para defenderse legalmente. “No se trata de desestimar denuncias reales, sino de alertar sobre el uso malintencionado del sistema judicial”, remarcó.
Uno de los testimonios más conmovedores fue el del médico Pablo Guisoni, quien compartió su experiencia personal: en 2016 fue denunciado junto a uno de sus hijos por su exesposa por presunto abuso sexual. La denuncia surgió en el contexto de un conflicto por la tenencia de los hijos. A pesar de haber sido sobreseído en dos instancias, aún hoy la causa continúa abierta. “Yo no vi más a dos de mis hijos. El más chico tenía seis años cuando lo dejé de ver, hoy tiene dieciséis”, contó con profunda emoción. Guisoni señaló que las falsas denuncias no solo afectan al acusado, sino a todo su entorno familiar.

El médico también denunció el rol de determinados sectores del poder judicial y de profesionales que, según expresó, forman parte de una “organización” que facilita estas situaciones. “Es sencillo apartar a un hombre de su familia con una denuncia falsa. Instantáneamente quedás con una perimetral o sin contacto con tus hijos”, denunció. Para Guisoni, el proceso judicial dejó secuelas difíciles de superar: “Tener hijos vivos y no verlos es un duelo permanente. No hay una forma de recuperar eso. El dolor va por dentro”.
Al congreso realizado en Río Gallegos asistió el abuelo del niño Lucio Dupuy.
Durante el encuentro también se abordaron casos emblemáticos que interpelan a la Justicia desde distintas miradas. Uno de ellos fue el del niño Lucio Dupuy, asesinado a golpes por su madres y su pareja. El caso dio origen a la Ley 27.709, o Ley Lucio, que busca prevenir la violencia y el abuso infantil.
En ese caso, las señales de abuso habían sido denunciadas con anterioridad, pero las autoridades no intervinieron a tiempo. El caso encendió un debate nacional sobre cómo el sistema puede fallar tanto cuando actúa por exceso como por omisión.
Ramón Dupuy volvió a estar presente en la capital provincial, ya había estado aquí en marzo, cuando, la secretaria de Gobierno, Sara Delgado, y la directora de Políticas de Género, Viviana Caballero, organizaron un escrache en contra de las falsas denuncias. A pesar del escandaloso episodio las funcionarias no fueron ni siquiera advertidas por su inconducta en su rol de servidoras públicas, y ambas continúan en sus cargos.
Otro caso mencionado fue el del docente Juan Pablo Margonari, condenado en Santa Cruz a seis años de prisión por abuso sexual simple. Colegas del maestro de Inglés, directivos de la escuela donde trabajaba y hasta familiares y alumnos de la institución, marcharon en reiteradas oportunidades en apoyo a la inocencia de Margonari, consideran que hubo irregularidades en el proceso judicial y falta de garantías.
Otro caso resonante en Río Gallegos fue el del docente de Música, Facundo Díaz, quien se quitó la vida en noviembre de 2019 tras haber sido denunciado por supuesto abuso sexual contra un alumno.
El Congreso cerró con un llamado a generar conciencia social sobre la gravedad de una denuncia falsa y su impacto, especialmente en el ámbito familiar. Los organizadores remarcaron que el objetivo no es negar que existan casos reales de abuso o violencia, sino advertir que también existen situaciones donde las denuncias son utilizadas como herramientas de venganza o manipulación. “Es importante que la Justicia escuche con responsabilidad, tanto a quienes denuncian como a quienes son denunciados”, concluyó la abogada Elba Soria.