SANTA CRUZ.- Así lo confirmó el vicegobernador quien señaló que el pedido de juzgamiento involucra además a las dos vocales designadas por el Ejecutivo. "Prefirió la renuncia antes que el juicio político", señaló Leguizamón.

Luego de la sorpresiva renuncia al cargo del presidente del Tribunal de Cuentas, Carlos Ramos, el vicegobernador, Fabián Leguizamón, confirmó a Winfo Santa Cruz que el pedido de enjuiciamiento a los miembros del organismo continúa su curso.

Explicó que el trámite ya se encuentra en la Sala Acusadora de la legislatura, "vamos a seguir con el trámite porque más allá que renunció Ramos, están Matilde Morales y Romina Gaitán que también consideramos que son responsables de lo que sucedió en el Tribunal de Cuentas en cuanto a la falta de funcionamiento y de control. El hecho de que haya renunciado el presidente del organismo no significa que nosotros demos por terminado el trámite", remarcó Leguizamón.

Opinó que el doctor Ramos, "prefirió una renuncia antes que un juicio político, que era lo que correspondía por años de corrupción y por no cumplir con su único deber de funcionario público que era controlar los gastos que se realizaban con el dinero de los santacruceños", indicó.

El vicegobernador señaló que la falta de control sobre las sucesivas administraciones de Daniel Peralta y Alicia Kirchner, "generó menos escuelas, menos hospitales, menos insumos y profesionales con sueldos precarizados, entre tantas otras faltas que tenemos los santacruceños desde hace décadas", sostuvo.

La inamovilidad de los miembros del Tribunal bajo la lupa

Leguizamón recordó que paralelamente a la sustanciación del juicio, "se continúa trabajando en la modificación de la Ley 500 que rige el funcionamiento del organismo, y establece la inamovilidad de los integrantes del Tribunal de Cuentas", detalló.

El vicegobernador hizo hincapié en la importancia de que exista alternancia en la composición del organismo de control, "si no, siempre siguen manejando las mismas personas el destino de los municipios, de los ministerios, de los entes autárquicos en el control de los recursos, y todos vimos lo que pasó cuando esto no es así, no?", precisó, e insistió en poner énfasis en la alternancia en los cargos públicos: "Porque en la democracia cuando no hay alternancia, realmente está demostrado que no le hace bien a nadie, entonces me parece fundamental", concluyó.

En medio de la tensión con el Ejecutivo el Tribunal sumó a una nueva integrante

En respuesta al pedido de Juicio Político, los miembros del Tribunal de Cuentas presentaron un amparo por considerar inconstitucional la intención del gobierno de removerlos sin respetar la inamovilidad del cargo al igual que los jueces.

Mientras tanto, la doctora Karina Saúl, juró como vocal ante el Tribunal de Cuentas por la primera minoría política, que según las últimas elecciones representa Unión por la Patria. De este modo el kirchnerismo había logrado ocupar los cuatro cargos con nombres que responden al partido ahora en la oposición.

El Tribunal de Cuentas es un organismo clave porque tiene como función controlar los tres poderes del Estado, aunque en las últimas décadas este rol se vio desdibujado ya que la designación del presidente y dos vocales es por decisión del Poder Ejecutivo con aval legislativo ambos poderes dominados por el mismo partido durante las últimas tres décadas.