Cuando asumió la gobernación en diciembre de 2015, Alicia Kirchner lanzó una dura sentencia sobre el estado en que recibió la provincia de manos de su antecesor Daniel Peralta: "Hace cuatro años que Santa Cruz está quebrada en sus finanzas", fueron sus primeras palabras al momento de asumir en un acto que se realizó en las instalaciones del colegio María Auxiliadora con la presencia de Cristina Fernández, que fue testigo de aquellas palabras.

Dos años después, en el discurso de apertura del período de sesiones en la Cámara de Diputados, repetía aquel lamento: "no podíamos y aún no podemos pagar los sueldos en tiempo, no tenemos los fondos necesarios para atender las necesidades y funcionar con equilibrio fiscal", afirmó el 01 de marzo de 2018.

Alicia Kirchner ni siquiera tuvo en cuenta las declaraciones de Daniel Peralta, quien un año antes había desmentido sus dichos en una entrevista realizada por el periodista Diego Sehinkman y publicada el 29 de abril de 2017, en el diario La Nación, le preguntaron al exgobernador, Daniel Peralta:

-Alicia Kirchner dijo que recibió la provincia quebrada, "con un déficit de $ 6700 millones", y que la deuda entre 2013 y 2015 creció en un 206%. ¿Qué diría? : "es una mentira de principio a fin, nosotros dejamos la provincia con un déficit razonable", respondió el hoy diputado provincial.

¿Pero qué dice de la acusación de Alicia de que usted dejó $ 6500 millones de déficit? , insistió con la pregunta el periodista, "no puedo creer que sea verdad", repitió Peralta, y dio su versión de los supuestos números en rojo que le achacaba la gobernadora: "Alicia convirtió en deuda los últimos $ 1350 millones que Cristina giró como anticipo de coparticipación un día antes de que yo me vaya. Obvio que yo en un día no los usé, ¿no? Bueno, ellos dispusieron que esos $ 1350 millones pasen a 2016 y se computen como deuda mía.

Una explicación que también podría aplicarse a períodos anteriores. Leer la entrevista completa, aquí.

Lo concreto es que después de dos mandatos al frente de la provincia, Alicia Kirchner deja la gobernación con las finanzas, sino en peores condiciones, al menos igual a como las encontró ocho años antes. Así lo afirmó el gobernador Claudio Vidal en su discurso de asunción el domingo pasado:

"Dejaron una provincia devastada, si tuviésemos que dar un aumento hoy no tenemos fondos", describió el mandatario en un duro mensaje en el que mencionó en varios tramos la palabra "corrupción" para calificar al gobierno saliente.

Ayer, ante periodistas convocados en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, Vidal anunció un paquete de medidas destinadas a ajustar gastos en el Estado entre otras, la suspensión de viáticos y de líneas de telefonía celular a nombre de funcionarios, y la venta y remate de vehículos oficiales y de la residencia de los gobernadores en El Calafate.

Sobre el final de su informe, el gobernador anunció el pago del aguinaldo a estatales, el día 18 a jubilados y el 22 a trabajadores activos, y adelantó: "estamos hablando con operadoras mineras, petroleras, sectores privados y tratando de ir a su vez pagando la enorme deuda pública que nos dejaron", remarcó, con la promesa de hacer "todo lo posible para cancelar también en enero los salarios y de a poco ver cómo sacamos esta provincia adelante y mejorar el salario de los trabajadores públicos”.

Quién lo diría, o lo hubiese imaginado siquiera, hasta hace una semana: una provincia rica en recursos pasando la gorra ante empresas que explotan esos recursos, pidiéndole limosnas para llegar a fin de mes.

¿Será este el destino de los santacruceños a partir del blanqueo de una realidad acuciante de sus cuentas que 32 años de kirchnerismo supieron disimular con la incondicional ayuda de Nación que giraba todos los meses fondos extraordinarios para cubrir las espaldas de la provincia de los dos presidentes?

Lo sabremos cuando el nuevo gobierno termine de destapar una olla que nadie sabe cuánto esconde, de despilfarro, corrupción y manejo feudal del gobierno.