SANTA CRUZ.- El empresario salió al cruce de las declaraciones del gobernador quien hoy denunció públicamente que la firma Macro Servicios había percibido del Estado una suma cercana a los $1500 millones por mantenimiento de escuelas en 2023. Polke negó esa cifra y dijo que por el contrario la Provincia le debe 800 millones de pesos y que espera que el gobierno le pague para poder indemnizar a los empleados despedidos. La periodista Mirtha Espina dialogó con el empresario y con empleadas quienes afirmaron que cobraban un sueldo por una jornada de cuatro horas y trabajan seis.

Guillermo Polke, dueño de la firma Macro Servicios, que hasta hoy tenía a su cargo el mantenimiento de los edificios escolares, tomó la drástica decisión de despedir a la totalidad de sus empleados luego de que el gobernador, Claudio Vidal, difundiera públicamente que la firma había cobrado en un año una suma cercana a los $1500 millones en 2023.

"¿Cómo puede ser que una provincia, que tiene 35.000 trabajadores estatales activos, además tenga 53 cooperativas con miles de trabajadores, que prestan servicio en los sectores públicos como las escuelas, como los hospitales", cuestionó el gobernador esta mañana, y apuntó contra la empresa que hoy decidió cesar el vínculo con el estado provincial.

Polke consideró que los dichos del mandatario obedecían a la intención de "sacarlo del medio", y dijo no tener dudas de que a partir de lo que calificó de una "amenaza" por parte del gobernador Vidal, el Estado provincial no le iba a cancelar la deuda de $800 millones que argumentó le debía la Provincia por lo que tomó la drástica determinación de despedir a los 350 trabajadores, en su mayoría mujeres.

Esta tarde el empresario convocó a los medios a la sede de la empresa Macro Servicio ubicada en calle Posadas, para explicar la situación a la prensa y también a los empleados despedidos que se hicieron presente en el lugar.

La periodista Mirtha Espina transmitió a través de facebook live la entrevista al empresario y los cruces que mantuvo con las trabajadoras que le reclamaban explicaciones por la decisión de despedirlas.

En diálogo con la periodista empleadas de la empresa afirmaron que cobraban un sueldo por una jornada de cuatro horas y que sin embargo trabajan seis horas.