EL CALAFATE.- Entrar a la cocina de una fábrica de chocolate es sumergirse en un mundo de aromas, colores y sabores que remontan a esta cronista a los cuentos infantiles donde Hansel y Gretel, perdidos en el bosque, encontraban una casa hecha completamente de chocolate y golosinas. De la mano de Ana Guerrero, quien aprendió el arte del chocolate junto a su padre Zelmar Winfo Santa Cruz registró como es la verdadera cocina de los huevos de pascuas. Desde 1968 Casa Guerrero fabrica con elaboración manual y recetas propias que fueron perfeccionadas a través del tiempo para satisfacer el gusto del cliente chocolates artesanales. Dicen los que saben que la clave de su éxito consiste en la selección de materias primas para realizar un chocolate de excelencia, y también mucha dedicación en cada detalle,