Escribir bien goza de muy buena fama aunque no sé si de tanta buena salud. No son pocos los que se preguntan y buscan información y hacen cursos para escribir mejor; todos acordamos que la buena escritura enamora y convence y la escritura precisa satisface y vende. La cuestión es qué es bueno en términos de escritura.

Seguramente todos hemos oído lo de “lo bueno si breve dos veces bueno”, algo de eso se aplica también al ya famoso Lenguaje claro’ un movimiento que si bien surgió en el ámbito judicial se extiende allí donde haya algo escrito. Una de las premisas para que el otro entienda es escribir corto, las otras son que el texto sea preciso y sencillo. Como era de esperar se ha escrito mucho sobre ellas.

Entre las primeras recomendaciones para escribir con frases cortas y palabras sencillas están unas de un libro de fin del siglo XIX; por esa misma época se registraron varias convocatorias a la brevedad sobre todo en textos de carácter técnico o funcional. Durante el siglo siguiente son famosos los reclamos y las exigencias de brevedad que Churchill hacía a sus colaboradores. Cuenta Estrella Montolío en “El derecho a entender” que en 1940 el primer ministro había detallado cómo quería que fueran los documentos: párrafos cortos, apéndices y evitar frases pomposas y huecas. En 1951 retomó la batalla y simplemente les dijo “Los llamo otra vez a la brevedad”, según parece hasta los telegramas le resultaban largos.

Desde entonces han corrido muchos ríos de tinta sobre este asunto; en general las recomendaciones para escribir corto podrían resumirse en tres cosas:

  1. Pensar una estructura para el texto, no tenga miedo: no es un tecnicismo, lo que sea que quiera decir por escrito tiene una forma y es mejor que se parezca a algo ordenado y no a una bolsa llena de palabras. A cada parte le toca una idea.
  2. Ponerse en el lugar del que lee es fundamental para el éxito. Ser breve va a quedar muy cerca de ser claro cuando diga “presentar” en lugar de “hacer una presentación” o eliminar lo rimbombante. (Rimbombante es familiar de bomba y de retumbar; de resonar demasiado)
  3. Corregir. También la ortografía, el léxico y la sintaxis pero por sobre todo sacar lo que sobra. No crea que lo escribió es todo lindo e indispensable. Llámese a usted mismo a la brevedad.

*Prof. en Letras