Resulta que la /v/ y la /b/ nunca han sonado diferentes en español.
Sí, más de uno recuerda que alguna vez en la escuela la hora del dictado la maestra arrancaba a mostrarle los dientes de arriba, agrandaba los ojos y dejaba que el aire saliera exagerado por entre el labio inferior y los dientes y entonces venía “vvvereda”, “vvvacío” y en cambio fruncía los labios delicadamente y dejaba salir el aire suave, como una caricia para decir “abbbbbeja” o “bbbbbbarco”.
Es que en la escuela no aprendíamos fonética porque ya sabíamos hablar y nadie consideraba que debiéramos estudiarla, la maestra nos quería enseñar ortografía, nos quería enseñar a escribir bien, a seguir la norma culta del idioma, tal vez a memorizar que “vaca” y “baca” se escriben con grafemas distintos y que nunca debíamos escribir “verano” con “b”.
Los sonidos se describen según ciertos parámetros, así el “v” exagerado se llama labiodental fricativo sonoro y si bien no hay acuerdo acerca de si habrá existido en el latín, mejor dicho cómo se habría manifestado entre los romanos, los de pura cepa y entre los que se instalaron y hablaban cuando se acomodaban en la península ibérica; no se discute que nunca formó parte del español.
Varios autores coinciden en que ya durante la Edad Media los hablantes de español no habrían oído a nadie antes que ellos, ni sus abuelos, ni sus bisabuelos ni a nadie que hiciera alguna diferencia, la cual, además tampoco habría sido como la que hacían las maestras.
Es cierto, por otra parte, que la ‘b’ puede sonar diferente según dónde aparezca, que letra le siga y nos dé resultados diferentes, así vemos una tensión en los labios en ‘bomba’ y cierta flojera cuando ‘tubo’; pero eso no tiene nada que ver con el parecido, la familiaridad o la confusión ortográfica que eso genera.
¿Por qué no confundimos los usuarios la “v” con la “b”? por que suenan igual; ¿desde cuándo confundimos la “b” con la “v”? no sé la fecha exacta pero los invito a curiosear un rato en un corpus con textos antiguos, se llama corlexin, aparecen perlitas como las que siguen, entre paréntesis indico las fechas para que vean que nuestros hermanos de lenguas de hace más de 300 años también batallaban con las bes y las uves.
“Yten beinte y dos cabesas de harados, nuevas” (1695)
“Yten un escaño biejo en lacozina. Yten tres rastrillos viejos”. (1650)
“Otracamisa de cáñamo bieja, de mujer”. (1630)
“Unaespada viexa”. (1645)
*Prof. en Letras.