SANTA CRUZ.- La carne es de origen argentino. Si bien Santa Cruz y Tierra del Fuego no están incluidas en los primeros envíos, los productores locales advierten sobre la posibilidad de que esto ocurra en el corto plazo.

La reciente decisión del gobierno nacional de permitir el ingreso de carne con hueso desde regiones del norte del país a la Patagonia —una zona reconocida como libre de fiebre aftosa sin vacunación— encendió la alarma entre los productores rurales patagónicos, que advierten sobre los riesgos sanitarios y el impacto económico que puede generar esta flexibilización de la barrera sanitaria.

La medida, que había sido suspendida en marzo pasado ante el rechazo de los sectores ganaderos del sur, finalmente fue habilitada por el Ejecutivo la semana pasada. Así lo confirmó este jueves el diario La Nación, que informó que el frigorífico Swift —controlado por el gigante brasileño Minerva Foods— será el primero en aprovechar la resolución y enviará entre 30 y 40 toneladas de carne con hueso a Neuquén, Río Negro y parte de Chubut. La carne, según detallaron desde la empresa, es de origen argentino y proviene de zonas libres de aftosa con vacunación.

El anuncio generó incertidumbre entre los productores de la región, quienes desde hace años sostienen la excepcionalidad sanitaria de la Patagonia como una ventaja comparativa tanto para el consumo interno como para las exportaciones. “Estamos perdiendo una conquista histórica que nos costó décadas y mucho esfuerzo”, señalaron desde asociaciones rurales que ya estudian recurrir nuevamente a la Justicia. En Río Negro, por ejemplo, ya se presentó un recurso de amparo contra la decisión del gobierno nacional.

Desde el frigorífico Swift aseguran que la medida no tiene como objetivo directo bajar los precios, aunque estiman que el ingreso de asado desde el norte podría reducir los valores en góndola hasta un 20%. Actualmente, el asado se comercializa en la Patagonia a unos \$17.000 por kilo, mientras que se espera que con los nuevos envíos el precio al público baje a entre \$12.000 y \$13.000.

Cabe recordar que la barrera sanitaria vigente hasta ahora impedía el ingreso de carne con hueso desde el norte, debido a la diferencia de estatus sanitario: la Patagonia está libre de aftosa sin vacunación, mientras que las zonas del norte tienen presencia de la enfermedad, aunque bajo control mediante vacunación. Hasta la flexibilización, sólo se permitía el ingreso de carne deshuesada, que representaba entre el 60 y 70% del consumo en la región.

La decisión oficial se tomó luego de una etapa de consulta en la que el gobierno nacional evaluó si la medida podría afectar las exportaciones hacia mercados como Chile y la Unión Europea, que compran carne patagónica precisamente por su estatus sanitario diferenciado. Finalmente, se dio luz verde al ingreso de cortes específicos con hueso plano —asado, costilla y esternón— bajo condiciones estrictas de faena, maduración y empaque.

En la región patagónica existe un stock de alrededor de 1,2 millones de cabezas de ganado vacuno, con fuerte presencia en Río Negro, Patagones y Santa Cruz. A ello se suma un importante rodeo ovino de más de dos millones de animales. Los productores advierten que esta apertura puede tener un doble efecto negativo: sanitario y económico, al afectar la sustentabilidad de un modelo ganadero adaptado a las condiciones del sur argentino.