SANTA CRUZ.- El hombre dijo que no tenía trato frecuente con sus empleadores, y que desconocía cuáles eran sus condiciones salariales. La dilatada geografía de Santa Cruz, el rigor del clima, y la desaprensión de algunos propietarios de estancias, en muchos casos propician la explotación laboral.
La UATRE denunció un caso extremo de abandono en la estancia La Suerte, a pocos kilómetros de un centro urbano. El trabajador vivía sin agua, sin luz y sin vínculo laboral formal.
Un operativo conjunto entre la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE) y la División de Operaciones Rurales de Comandante Luis Piedrabuena dejó al descubierto una grave situación de abandono en un establecimiento rural de Santa Cruz.

La inspección se realizó en la estancia La Suerte, ubicada a la vera del río Santa Cruz, a escasos kilómetros de Piedrabuena y del paraje turístico Isla Pavón. Allí encontraron a un peón en condiciones de vida y laborales inhumanas: sin acceso a servicios básicos, sin contacto con sus empleadores y sin estar registrado formalmente como trabajador.
Según informó el secretario general de UATRE Río Gallegos, Juan Pablo Contreras, el hombre reside desde hace varios años en el lugar, sin saber cuánto gana ni si cobra efectivamente un salario. “La situación que encontramos es inaceptable y requiere intervención urgente”, expresó tras la inspección.
Vivienda precaria y sin asistencia

El trabajador vive en una construcción deteriorada, sin electricidad, sin agua potable ni calefacción adecuada. El baño no funciona por falta de agua, y debe caminar más de 100 metros hasta el río para abastecerse. Para cocinar y calentarse en medio del crudo invierno santacruceño, utiliza un tacho metálico, lo que le habría provocado problemas respiratorios.
Los víveres los consigue por sus propios medios o gracias a la ayuda esporádica de un amigo que cría caballos en el predio, con el presunto permiso del dueño del campo. En las imágenes registradas durante la inspección se observan instalaciones eléctricas inutilizables y un evidente estado de abandono edilicio.
Denuncia por explotación laboral
Desde el gremio informaron que el caso fue denunciado ante las autoridades correspondientes y que iniciaron un reclamo legal para que se investigue una posible situación de explotación laboral o incluso trabajo esclavo. El RENATRE también participa del seguimiento del caso.
“Nos preocupa que estas situaciones se repitan, incluso en zonas accesibles. No se trata de un campo remoto: está cerca de un centro urbano y aun así encontramos a un trabajador en total abandono. Esto demuestra que el incumplimiento de las obligaciones patronales es un problema estructural que debemos erradicar”, expresó un vocero de la delegación santacruceña del RENATRE.

Condiciones mínimas de alojamiento rural
Según el protocolo del RENATRE, los propietarios de estancias deben cumplier con los siguientes requerimientos:
Vivienda: en condiciones sanitarias, sin filtraciones ni estructuras precarias.
Agua potable: provisión permanente, ya sea por red o almacenamiento seguro.
Electricidad y calefacción: conexión segura y fuentes de calefacción adecuadas.
Sanitarios: baño en funcionamiento, con acceso a agua y elementos de higiene.
Alimentación: provisión regular de alimentos o medios para acceder a ellos.
Comunicación: medios de contacto en caso de emergencia.
Transporte: accesibilidad mínima o transporte provisto por el empleador.
Registración laboral: obligación de alta temprana, aportes y cobertura médica.
Créditos: UATRE Río Gallegos.-