SANTA CRUZ.- El Tribunal Oral Federal N° 2 dictaminó hoy que Ricardo Jaime, exsecretario de Transporte durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, se presente ante los tribunales de Comodoro Py, en la Ciudad de Buenos Aires, para cumplir la condena a seis años de prisión por su responsabilidad en la tragedia del tren de Once. La Corte Suprema de Justicia dejó firme esta semana la sentencia, y Jaime tiene un plazo de tres días hábiles para entregarse a las autoridades.
Jaime, quien ya había estado preso entre 2016 y 2023 en el penal de Ezeiza tras admitir haber reconocido que cobró coimas durante su gestión en el área de Transporte, ahora deberá presentarse en Tribunales para ser notificado de la condena que lo depositará nuevamente en la cárcel.
El exfuncionario fue condenado por su rol en el accidente ferroviario ocurrido en 2012, que dejó 51 muertos y más de 700 heridos, al determinarse que tuvo responsabilidad en el deterioro del sistema de transporte que derivó en la tragedia.
Fuentes judiciales informaron a Infobae que el tribunal dispuso que Jaime tiene que presentarse dentro de los próximos tres días hábiles. El ex funcionario de Néstor y Cristina Kirchner tiene plazo para hacerlo hasta el próximo martes. “Siempre estuvo a derecho y no hay motivos para mandar a hacer una detención por la fuerza pública”, explicó una de las fuentes consultadas.
Jaime, de 69 años a punto de cumplir 70 en enero próximo, fue el primer funcionario kirchnerista -fue secretario de Transporte entre 2003 y 2009- en ser detenido. Quedó preso en abril por orden del juez federal Julián Ercolini y estuvo preso casi siete años en la cárcel de Ezeiza. Fue liberado en marzo del año pasado. En todo ese período acumuló seis condenadas por causas de corrupción.
En caso de que Jaime no se presente dentro del plazo establecido, el Tribunal podría ordenar su detención inmediata. Este nuevo capítulo judicial agrava la situación del exministro de Educación de la provincia de Santa Cruz, quien fuera uno de los hombres clave durante las administraciones kirchneristas.
La tragedia de Once marcó un punto de inflexión en la historia del transporte argentino, y su condena simboliza el reclamo de justicia por parte de los familiares de las víctimas, quienes desde el inicio han luchado por esclarecer las responsabilidades políticas detrás del desastre.