SANTA CRUZ.- Debían debitarse el primer día hábil de enero, y el banco compulsivamente los ejecutó el último día hábil de diciembre. La entidad deslindó la responsabilidad a las administradoras de las tarjetas. El banco fue privatizado en 1998 por Néstor Kirchner y entregado al grupo Eskenazi, actual administrador.

Tras los cobros anticipados y sin previo de los saldos a pagar de las tarjetas de crédito a los usuarios efectuados por el banco el 30 de diciembre, la Secretaría de Comercio e Industria intimó a la agencia del Banco Santa Cruz a fines de conocer los motivos de dicho accionar que perjudicó a gran parte de la población.

Desde la Secretaría de Comercio expresaron que "en un contexto económico sensible, el día anterior al festejo de año nuevo, fecha en la cual los recursos se destinan a tal celebración, sin previo aviso la entidad bancaria descontó los pagos que debían ser cobrados el día 2 de enero del 2024".

En un comunicado, el organismo estatal señaló que "con las cuentas en rojo, muchos vecinos y vecinas manifestaron su descontento a través de las redes sociales", y que por este motivo intervinieron inmediatamente y solicitaron información sobre la inmovilización de los fondos previos a la fecha del vencimiento.

A este requerimiento el banco argumentó que las entidades solo se encuentran operativas los días hábiles y que "los vencimientos de las tarjetas de crédito se definen con sus administradores, Visa/ Mastercard".

Así mismo, el Banco Santa Cruz se comprometió "a tomar todos los recaudos con los administradores de las tarjetas de crédito ante una próxima eventualidad, para evitar afectar a sus clientes e informaron que serán condonados los intereses compensatorios y punitorios para quienes no hubieran abonado el saldo antes de la fecha estimada de cobro, el 5 de enero del corriente año".

Un banco con participación estatal, cuyos representantes no ejercieron debidamente su rol de defensores del Estado a pesar de que la cartera mayoritaria de clientes de la entidad la conforman los miles de empleados de la provincia y los municipios.

El banco fue privatizado en 1998 por Néstor Kirchner y entregado al grupo Eskenazi, actual administrador.

Fue el propio Enrique Eskenazi quien declaró públicamente que en 1998 fue el entonces gobernador, quien le pidió que se hiciera cargo del banco, versión que jamás fue desmentida por el kirchnerismo.

En los 25 años de administración del grupo Eskenazi, el Estado tuvo un síndico y un representante en el directorio del banco, por allí pasaron desde Víctor Manzanares, hasta Carlos Zaninni y el camporista Matías Bezi, entre otros.

Ninguno, en todos estos años ejerció el rol de contralor y defensa de los intereses del Estado y de los clientes mayoritariamente dependientes de la provincia y los municipios.