SANTA CRUZ.- Lo pagaban 1800 jubilados, y su impacto apenas incidió en el déficit de la Caja de Previsión. Había sido impuesto por el kirchnerismo en diciembre de 2010 durante el gobierno de Daniel Peralta con la intención de “equilibrar” el déficit de la Caja de Previsión Social. "Es paradójico, contradictorio e inmoral", dijo en el recinto Daniel Garrido, del SER, el autor del proyecto aprobado hoy en la legislatura impulsado por la oposición, y contó con apoyo oficialista. El déficit del sistema previsional fue producto de la falta de aportes de los municipios, y los pagos en negro de parte de los sueldos de estatales.

Garrido dijo que es de público conocimiento que "el próximo gobierno hace mención que va a terminar con este aporte solidario y teniendo en cuenta los tiempos difíciles que estamos atravesando es totalmente innecesario esperar los tiempos de la política.”

El diputado de SER Santa Cruz, José Luis Garrido pidió sobre tablas que se tratara el proyecto de derogación del aporte solidario luego de 12 años y que en la actualidad alcanza a alrededor de 1.800 jubilados.

El Aporte Solidario era obligatorio de acuerdo al inciso “c)” del artículo 52 de la Ley N° 1782, el cual fuera incorporado en el año 2011, luego de la reforma introducida por la Ley N° 3189 que modificó la Ley Provincial 1782 (art. 52).

El argumento del kirchnerismo cuando lo impulsó en diciembre de 2010 durante el gobierno de Daniel Peral, era que equilibraría el déficit de la Caja de Previsión Social, según expresó en el recinto la entonces diputada, Ana María Urricelqui, vocera de la reforma que perjudicó a los jubilados.

" Es paradójico, contradictorio e inmoral que los jubilados deban ser los encargados de hacerse cargo del déficit de la Caja de Previsión Social", expresó Garrido en su proyecto.

Garrido sostuvo que no le parecía lógico "el déficit se financie por quienes ya han aportado al régimen; mucho menos en los porcentajes en los que se encuentran establecidos en el inciso que se pretende derogar, por cuanto en los hechos, el aporte obligatorio solidario en pasividad se comportaría como un tributo a la jubilación, con el agravante que ello indefectiblemente acarrea, máxime en un contexto económico como el actual, que se encuentra marcado por un fuerte aumento de la inflación, la suba de los servicios y el mantenimiento de los haberes", señala en su presentación.

Concluyó en que el Aporte Solidario, "no ha resultado idóneo para lograr el fin que se proponía, que era resolver el déficit de la Caja de Previsión Social",