SANTA CRUZ.- Eduardo Costa sacudió el tablero de la oposición y sin dudas sembró inquietud en el oficialismo con dos novedades que anunció en un solo envío: resignó su natural candidatura a la gobernación, y postuló lo que a su criterio es la fórmula ganadora, Royana Reyes candidata a la gobernación y el petrolero Claudio Vidal a la vicegobernación. Sus argumentos son puramente matemáticos, "Reyes tuvo 37 puntos en la última elección, y Claudio Vidal obtuvo 27 puntos" en la Provincia", enfatizó.

Pero se sabe que los números no se llevan bien con la política, porque en el medio están las personas, con sus temores, sus rencores y sus pasiones, que en general dominan las decisiones y la percepción que cada uno tiene de sí mismo en cuanto a la valoración de sus posibilidades. En general, sobreestimadas.

Tampoco puede omitirse que en todo acuerdo electoral, los votos que se suman por un lado, pueden escabullirse por el otro y que el resultado de esa ecuación solo se conoce cuando ya no hay tiempo para corregir, el día después de las elecciones.

La pregunta es, quién está dispuesto a resignar espacio en pos de alcanzar la gobernación para reencauzar los destinos de una provincia gobernada hace cuarenta años por el peronismo, de los cuales 32 gobernó una sola familia, Néstor al comienzo de la era, y su hermana Alicia Kirchner en la actualidad.

Es innegable que el kirchnerismo con la suma del poder público en la provincia, con doce años en la presidencia del país, más el actual período en la vicepresidencia formal pero a cargo de las decisiones de gobierno, tuvo todo para transformar a la poderosa y rica Santa Cruz en una provincia industrializada, educada y con trabajo productivo, y sin embargo la convirtió en una provincia feudal y a esta altura atrasada y sin chances de recuperación al menos con las mismas recetas y los mismos nombres.

Costa quiere y saca cuentas

Desde la UCR, el senador Eduardo Costa apuesta al acuerdo "para cambiar la realidad de Santa Cruz", e impulsa una fórmula encabezada por Roxana Reyes como candidata a Gobernadora secundada por el diputado nacional, Claudio Vidal.

"Vamos por un gran acuerdo en Santa Cruz para terminar con el Modelo K que ha dejado la provincia sin trabajo, sin desarrollo, sin salud y sin oportunidades para los jóvenes”, manifestó Costa en una entrevista con la radio FM Tiempo de Río Gallegos.

Eduardo Costa remarcó que el acuerdo debe ser encabezado por la UCR porque, "dentro de Cambia Santa Cruz, lidera la oposición en la provincia desde hace mucho tiempo y fue la ganadora de las últimas elecciones", sostuvo con los números sobre la mesa.

Y sacó cuentas, "Reyes tuvo 37 puntos en la última elección, y Claudio Vidal obtuvo 27 puntos en la Provincia, lo que hace que, de efectivizarse este acuerdo, sumarían aproximadamente 64 puntos, asegurando el triunfo del cambio en Santa Cruz", calculó.

 “No es el momento de los egos", dijo un encendido Costa en la entrevista, y para que no queden dudas, reafirmó: "la sociedad está en un momento de crisis, de tristeza y de dolor, y si la respuesta para cambiar el modelo es ir con Vidal, claro que lo vamos a hacer porque el objetivo es llevar alivio y brindar la posibilidad de salir de un modelo de estancamiento”, sostuvo. 

Desde el SER hay dirigentes que piensan que los dichos de Costa fueron "desafortunados".

El titular del SER, Claudio Vidal, va en el mismo sentido que Costa, y también piensa que si la oposición va unida puede vencer al kirchnerismo. Pero, a diferencia del senador radical, invierte el orden de los factores, el candidato a la gobernación quiere ser él.

Un objetivo que se trazó en 2019 cuando fue candidato a la gobernación dentro del lema del Frente de Todos, con una buena performance que no obstante no le alcanzó para llegar a la gobernación y sumó votos a la fórmula que encabezó Alicia Kirchner. Dos años después decidió soltar amarras y por fuera del FdT, logró una banca en el Congreso como diputado nacional.

Desde entonces acumuló un capital político que construyó a base de acciones materiales, -construyó escuelas, lanzó proyectos productivos, inauguró supermercados- y un discurso bien estructurado y crítico del kirchnerismo que le valió posicionarse como uno de los candidatos expectantes, que despierta simpatías en segmentos disímiles del electorado.

"Creo que lo de Eduardo Costa fue una frase desafortunada", señaló el diputado provincial, José Garrido, para quién el senador radical se dejó llevar por el impulso, más que por la razón.

¿Pueden tomarse sus dichos como un "no" definitivo al convite de Costa?. "Es mi opinión personal sobre el tema, no lo consulté con Vidal, pero es lo que yo pienso", afirmó el diputado Garrido.

Hasta el 14 de junio hay plazos en el calendario electoral para sellar alianzas.

Mientras tanto las declaraciones de Costa, que irrumpieron en el monótono escenario de la política provincial, saturado de palabras huecas y discursos oficiales promoviendo a candidatos sin alma ni vida propia, lanzaron un gran signo de interrogación que queda abierto a la espera de una respuesta que puede cambiar el rumbo de la provincia, o consolidar aún más a un poder que solo apuesta a la permanencia de lo mismo.