LA NACIÓN/Mariela Arias.-
EL CALAFATE.- De Santa Cruz al mundo. Así podría sintetizarse la ruta de inversiones, que terminaron siendo un imperio, construida por Daniel Muñoz, el exsecretario de los Kirchner, a través de un entramado de sociedades anónimas e inmobiliarias. Las primeras adquisiciones de Muñoz en Santa Cruz fueron más bien modestas, comparadas con los ostentosos departamentos de Miami y las propiedades en Turcas y Caicos, pero le abrieron el camino con rentas fijas de alquileres anuales.

En el marco de la causa que lleva adelante el juez federal Julián Ercolini se detectaron propiedades que no estaban en el radar de la Justicia y que se sumaron a otras que habían sido recorridas por funcionarios de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) en 2019, cuando tomaron posesión de ellas. La compra de inmuebles de Muñoz, ejecutada a través de sociedades armadas con el contador Víctor Alejandro Manzanares, el histórico asesor de los Kirchner, empezó en Santa Cruz.

De las 113 propiedades detalladas ahora por Ercolini solo dos son estancias, un número que no se puede comparar con los más de 40 campos que adquirió en su momento el empresario Lázaro Báez a través de sus empresas Austral Construcciones, Austral Agro y a nombre propio o de sus hijos. Pero coinciden la zona de las tierras y los montos exorbitantes que se pagaron, así como en la época de adquisición de las estancias.

Una de ellas es “La Lucía” un predio de 20.000 hectáreas sobre la Ruta 40, al norte de la localidad de Tres Lagos y en cercanías del Lago Cardiel. Esta propiedad ya estaba en la lista de las que los funcionarios de la AABE tenían detectadas para tomar posesión en el año 2019, pero no la visitaron. Fuentes de ese organismo indicaron que el objeto era levantar un emprendimiento turístico dada su cercanía con el Lago.

La estancia ganadera fue adquirida por medio de la sociedad Madaco en junio de 2010. Según lo declarado, por 150.000 dólares (25.000 entregados en efectivo y los restantes, a pagar en una cuota antes que se cumpliera el año). De acuerdo con los documentos judiciales a los que accedió LA NACION, se investiga si Muñoz abonó en realidad tres veces el monto declarado; es decir, unos 500.000 dólares. Por medio de un acta de directorio de Madaco SA de 2015 se autorizó al contador Manzanares a enajenar el inmueble por un monto de seis millones de pesos, más del cuádruple del precio de compra, según precisan los investigadores de la causa.

Una operatoria similar se rastrea sobre la estancia “El Rodeo” ubicada a unos 120 km de El Calafate. Se trata de un campo de 6000 hectáreas conocido por sus buenas pasturas para la cría ovina en el verano, pero sin acceso directo a la ruta provincial 17, ya que se encuentra en la meseta alta del río Santa Cruz.

El excontador de los Kirchner adquirió el campo en el 2011 con dinero de Madaco SA por un monto declarado de 150.000 dólares pero los investigadores creen que por ella Daniel Muñoz habría abonado unos 460.000 dólares. En el expediente no figura el apellido de los anteriores dueños, pero estancieros locales aseguraron que el campo perteneció a familiares de Manzanares.

En la causa se llamará nuevamente a prestar declaración indagatoria, en febrero, al excontador de los Kirchner, acusado de haber sido quien diseñó la ingeniería financiera que permitió el crecimiento patrimonial de Muñoz, que había empezado como taxista, recuerdan en Río Gallegos.

De taxista a empresario inmobiliario

Foto: diario La Nación.

Los tiempos fueron favorables para Muñoz, quien dos décadas después de conducir un taxi, le pidió al entonces contador de los Kirchner que constituyera Madaco SA, a la que se fueron incorporando bienes que Muñoz compraba con dinero cuyo origen se investiga. La mayoría de las operatorias las realizaba Manzanares.

Así, en el 2007, Madaco SA adquirió a Roberto Raúl López, un inmueble en la avenida San Martín 269 de Río Gallegos, por un valor declarado en efectivo de 110.000 dólares. El monto real de la inversión realizada por Muñoz habría ascendido a 500.000 dólares para la compra y otros 100.000 dólares para refacciones. Doce años después, en el frente del edificio había locales comerciales y en la parte posterior, dos departamentos, que fueron recorridos por los funcionarios de la AABE en noviembre de 2019. Estaban vacíos, con las ventanas cubiertas de diarios.

Otra firma con la que también se adquirieron inmuebles fue MM Servicios SA (el nombre es por las iniciales de los apellidos de Muñoz y Manzanares). Con esta firma adquirieron un terreno de 1250 metros cuadrados en Gobernador Moyano 587, Río Gallegos, donde se construyó un edificio de departamentos de once unidades que fueron alquiladas. Según el expediente judicial, la inversión real fue de 1,3 millón de dólares. El terreno lo compró la madre de Carolina Pochetti, entonces pareja de Muñoz, en 2005. Después, se lo donó a Pochetti, que luego lo incorporó a la sociedad anónima.

El complejo de color crema, rodeado de rejas, está en las cercanías de la costanera local. Cada uno de los departamentos tiene dos habitaciones en la planta superior, dos baños, cocina y living integrados y un pequeño patio interior. Lejos del glamour que supo tener cuando fuera inaugurado, hace 14 años, hoy el complejo acusa el paso del tiempo. Los inquilinos firmaban sus contratos con Madaco SA, representado por Manzanares, pero en realidad el complejo estaba a nombre de MM Servicios.

En El Calafate también se siguen las huellas que dejó Muñoz, entre lo que la justicia investiga se encuentra el complejo de cabañas denominado “La Posta del Sol”, en la calle Máximo Eduardo Villalba 596, construido sobre un terreno de 2.728 metros que Muñoz pagó en 2006 a $7,5 el metro cuadrado, el precio fiscal de la época. Se sumó así a las compras que la familia Kirchner hizo en esa fecha de tierras fiscales en El Calafate que llegaron a 200.000 metros cuadrados.

Muñoz replicaba operaciones de los Kirchner. Cuando ellos le alquilaban el hotel boutique Los Sauces al empresario de la construcción Juan Carlos Relats, Muñoz construyó unas cabañas y se las alquiló a la firma JCR SA (de Relats) para el alojamiento del personal que trabajaba en el complejo hotelero de los Kirchner. La facturación la realizaba Manzanares. Solo por esas seis cabañas, durante 2009 el exsecretario presidencial recibió una ganancia neta de medio millón de pesos por el cobro de los alquileres. Las cabañas todavía se alquilan.