Captura de pantalla 2017-08-24 a las 10.44.27 a.m.* Por Horacio Svetaz Hace más de 50 años se estudiaron algunos proyectos para construir represas sobre el río Santa Cruz, pero nada de eso prosperó, cayendo completamente en el olvido. En los últimos años el gobierno argentino firmó acuerdos con la República China, para construir y administrar dos grandes represas sobre el río Santa Cruz. El río Santa Cruz es uno de los más importantes de Argentina. No es cualquier río. Es un río histórico. En sus costas vivieron y caminaron los primeros argentinos patagónicos, hace más de 9000 años. Lo conocieron, lo relevaron científicos y exploradores como Magallanes, Darwin, Moreno, Lista y tantos otros. Tiene numerosos tesoros arqueológicos, pinturas rupestres y restos paleontológicos. Es un gran río glaciario. Su valle fue erosionado por los antiguos glaciares durante miles de años. Nace en el Lago Argentino (LA), en el Oeste de la provincia de Santa Cruz, recorre 385 km. y desemboca en el Océano Atlántico. Es el único emisario de una inmensa cuenca formada por los lagos Argentino y Viedma. Es una cuenca muy frágil, ya que el nivel del Lago Argentino depende del delicado balance entre el ingreso de agua y su salida o desagüe. El LA se alimenta con agua de lluvia y deshielo que recibe a través de numerosos arroyos, ríos y glaciares, entre ellos los Glaciares Perito Moreno, Upsala y Spegazzini. Su nivel aumenta durante el verano pero disminuye durante el invierno. Cualquier obstáculo o alteración en el curso del río, producirá cambios en el nivel del lago, y creará una cadena de graves cambios para toda la zona. Esto es básico, elemental y lo entiende cualquiera. Nunca hubo información clara acerca del diseño y funcionamiento de las represas. Los funcionarios y técnicos responsables no supieron explicar los detalles de las obras, demostrando no tener mucha idea de lo que se va a construir. Todo es turbio y nadie sabe nada. No se realizaron Estudios de Impacto Ambiental (EIA), ni consideraron los graves daños que se producirán en el lago, los glaciares y en las costas del río. Después de numerosas marchas y contramarchas llegamos al 2015, donde la Provincia de Santa Cruz presenta en forma urgente un poco confiable EIA que, obviamente, es rechazado. Siguen las modificaciones, en mayo de 2017 se presenta un nuevo EIA, mejor que el anterior pero plagado de irregularidades, sin conocer la zona, sin evaluar el impacto del tendido eléctrico, ni los futuros daños que producirán los nuevos embalses. Después de seis años de contramarchas, lo único que sabemos es que el embalse de la represa Néstor Kirchner estará a menos de 10 km del Lago Argentino, y que tendrá una cota de 176 m., muy cercana a los 179 m. del lago. Es muy poco desnivel, el nuevo embalse estará muy cerca del lago, y cuando haya mayores requerimientos de energía o se necesite acumular reserva de agua, la presa elevará la cota llegando o superando los 179 metros. Cualquier mínimo error de construcción o manejo, producirá un acople y un aumento de nivel en el Argentino. Este aumento será permanente, sin las fluctuaciones estacionales, por lo tanto El Calafate tendrá al lago con un nivel más alto de lo normal. Esto producirá una importante erosión en el frente de los glaciares que están sobre el lago. Se romperá el actual equilibrio entre el hielo y el agua. El Glaciar Moreno colapsará rápidamente y dejará de ser atracción turística en pocos años. La Ruptura del Moreno, un fenómeno único, famoso a nivel mundial, no ocurrirá nunca más. En pocas palabras, perdemos al Glaciar Moreno y los demás glaciares. Perdemos a la Bahía Redonda y la Laguna Nimes. Perdemos nuestro recurso y nuestra fuente de trabajo. Sería bueno también conocer la opinión de los millones de turistas que conocieron al Moreno, no?. Pero mucho antes de eso, el aumento de nivel producirá la saturación del terreno, elevación de las napas, con el colapso y salida de servicio de la red cloacal en la parte baja de la localidad. El clima local cambiará y para mal Niebla. 1.En invierno es frecuente tener días de niebla sobre el Lago Argentino. Esto se debe a la diferencia de temperatura entre el agua y aire. Son sólo 15 días por año donde la visibilidad se reduce a menos de 300 metros, que son suficientes para complicar el trabajo y la actividad turística. Se cierra el Aeropuerto, se cancelan los vuelos y los pasajeros deben ser transportados desde Rio Gallegos, a 320 km de distancia. El viaje es peligroso, en horas de oscuridad, con hielo en la ruta, llegando a El Calafate después de las 23 hs. Todo muy complicado, costoso y riesgoso. Por culpa de la niebla el Glaciar Moreno no se puede apreciar, y tampoco se puede ver nada del paisaje. 004Muchos turistas se van frustrados por no poder conocer el Glaciar. Cuando se completen los dos nuevos embalses, el efecto de niebla será peor, creando un “mar de nubes” de más de 200 km de largo. Los tres lagos se unirán con un manto de niebla por tres meses o más. Será un golpe mortal para la actividad turística de invierno. Aumentarán las lluvias que seguirán alimentando el nivel del lago, la temperatura del lago será mayor y mayor será la erosión en los glaciares. Desaparecerán las nevadas, prácticamente para siempre. Otra consecuencia de los nuevos embalses será la rotura del Equilibrio Isostático La Isostasia es la condición de equilibrio de la corteza y el manto terrestre. El manto y la corteza terrestre son relativamente flexibles. Los océanos y los continentes “flotan” sobre el manto logrando un equilibrio. Ese equilibrio puede romperse por un movimiento tectónico, por la fusión de un casquete glaciar o el llenado de un nuevo embalse. El peso de los nuevos embalses junto al mayor nivel del lago Argentino será enorme, agregaran millones de toneladas a un área que sufrirá una depresión y un rebote hasta lograr un nuevo equilibrio. Estamos en una zona geologicamente inestable, con varios volcanes cercanos. Eso puede originar sismos u otros cambios geológicos. Todo esto ocurrirá si construyen las represas. Ocurrirá a pesar de la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental que hagan, a pesar que los senadores, diputados y ministros apoyen las obras. Ocurrirá y dentro de 15 años tendremos que mudarnos. Dejo expresamente aclarado que no pertenezco a ninguna ONG ambientalista, ni partido político, ni soy ecologista. Soy un vecino de El Calafate, guía de turismo, preocupado por su fuente de trabajo y la de toda la localidad. En El Calafate vivimos del Turismo, todos vivimos del Glaciar Moreno, todos, incluso los que creen que viven de su sueldo. Horacio Svetaz DNI. 11949734