Por Mario Novack, periodista Te amo a doce grados bajo cero en un pueblo de soles indecisos, de gruesas lluvias y de perros lentos frente al mar que trae disputas de brújulas y vientos. Este es el auténtico corazón de la soledad y la mañana se ha tirado en el puerto contra barcos alcohólicos, dormidos, fatigados, que vienen de los países de los mapas gastados, los alevosos asesinatos, las suntuosas pieles, los jugadores fulleros y los zorros colorados. Este es el auténtico corazón de la soledad y de los desencuentros. Sin embargo, aquí encontré a un viejo amigo sentado al piano con un tango antiguo -“la vieja está en la cueva los pájaros cantan bien puede ser que llueva las nubes se levantan”. Bien puede ser que con estas bellas cosas que te digo escriba una canción, ahora, cuando nadie escribe canciones. Aquí se vive de la luna y de los cazadores trashumantes. Aquí se muere, hija mía, y por la noche Mi espectro ha recorrido los prostíbulos, mi gran alma canalla, ha conversado con mujeres torpes de roncas voces y de ojos rasgados, que conocieron a Sebastián Elcano. La asamblea de los pingüinos prometía otras latitudes desde el avión muchacha. Pero yo te envío mi amor a doce grados bajo cero y la señorita del correo no sabe nada, mientras los obreros, ah, los obreros envejecen en los frigoríficos y las veletas, ah, las veletas en los tejados rojos enloquecen y en la calle ancha, ah, y en la calle ancha debe estar esperando la muerte. Patagonia, 1932 14172041_10209933310436772_21100355_nEste es el poema  “Blues de Río Gallegos”, que el reconocido poeta y escritor Raúl Gonzalez Tuñón creara en esta ciudad, cuando la eligió como su lugar de residencia transitoria o simplemente una escala de su errante vida. Río Gallegos lo vió llegar en un avión de la Aeroposta Argentina y seguramente esa pequeña aldea habrá inspirado aquellos poemas de Gonzalez Tuñón. La ciudad tenía por entonces poco menos de 3300 habitantes, según datos estadísticos de Correos  y Telegrafos. Es destacable como su obra poetica describe no sólo la ciudad y su forma de vida, sino también formula en poemas posteriores contenidos en el Libro “La Rosa Blindada” una denuncia sobre la masacre de las huelgas de la Patagonia Rebelde. Lo hace en la obra “Cementerio Patagónico”, editada en 1936 que reconoce la influencia de su paso por Río Gallegos. Los aspectos que años más tarde aparecerían en denuncias en los medios de prensa y políticos,. Ya tenían en la pluma de Gonzalez Tuñón su vehículo para hacerse conocer. En Santa Cruz, entre el mar y los montes yo he visto el pequeño cementerio de los huelguistas fusilados. Unos mal enterrados, en la fosa abierta por ellos, asoman la punta del zapato con tierra y lagartijas. Otros, enterrados vivos quizá. una mano de hueso implorante picoteada por los cuervos. Y no es extraño ver a lo largo del camino restos de otros, curioso contenido de la intemmperie. Las caravanas de los desposeídos de la tierra, las largas filas de linyeras forzados, la multitud de todos los países que se dirige al sur de la tierra en busca del pan y de la muerte, la multitud de todos los países que se dirige al sur de la tierra en busca de la nostalgia y el olvido, se detiene ahí, donde, oasis del viento patagónico, la tierra estéril lanza sus perros amarillos. Allí, donde la aullante tierra reseca desafía las nubes, viajeras de tres cielos. Allí, donde las brújulas de los barcos perdidos, ya fantasmas, señalan contra las costas, al fin, el rumbo de una próxima venganza. Raúl González Tuñón fue un poeta y periodista nacido en Buenos Aires, Argentina,el 29 de marzo de 1905 y fallecido el 14 de agosto de  1974. Como escritor, su nombre está íntimamente ligado a la Vanguardia de la Década del 20. Una de sus facetas prominentes, además de la producción literaria, fue su gusto por viajar y conocer el mundo; residió y trabajó en diversos países del continente europeo, donde también se acercó a grandes personalidades de la literatura, como César Vallejo y Miguel Hernández, entre otros importantes literatos. Con respecto al periodismo, se conoce que colaboró con el Diario Crítica, caracterizado por fusionar una tendencia claramente amarillista con un grupo de redactores de la talla de Jorge Luis Borges y Roberto Arlt. También en Clarín, desempeñando los puestos de crítico de arte y de cronista de viajes. Durante los años 30, vivió un tiempo en Chile, donde compartió vivienda con  Pablo Neruda y su mujer.Aambos escritores se expresaron abiertamente contra el fascismo y a favor de la promoción de la cultura. Antes de residir en Río Gallegos venía de cubrir la guerra del Chaco, entre Paraguay y Bolivia en la que tuvo una actuación destacada con la publicación de 14 crónicas, que se convirtieron en una suerte de novela de la contienda bélica. Su obra poética comprende tres decenas de poemarios, entre los que se encuentran "Las puertas de fuego", "La rosa blindada" y "El caballo muerto". 14249291_10209933277755955_1311748161_n