LA NACIÓN / Mariela Arias.-
EL CALAFATE.– A nueve días del inicio de clases en Santa Cruz, la expectativa está puesta aquí en el sector educativo, la materia que dejó pendiente la gobernadora Alicia Kirchner y que desvela al gobernador Claudio Vidal. Mientras se espera el resultado de la paritaria docente, el Gobierno ya derogó el pase automático de año, habilitó un presupuesto de emergencia para adquirir infraestructura, elabora un plan para trabajar en la recuperación de contenidos e implementó el Operativo Escuelas que incluye al gobernador y su gabinete trabajando cada fin de semana pintando escuelas.
Al igual que el resto de las provincias, el Gobierno del sindicalista Vidal también reclama por la suspensión del envío del Fondo de Incentivo Docente, que según información oficial se trata de una baja de $ 6800 millones para Santa Cruz que afecta al presupuesto de Educación y según el Gobierno condiciona la discusión paritaria. En forma paralela el Gobernador, desde hace varias semanas, concurre cada sábado junto a ministros, secretarios y funcionarios políticos a sumarse a las cuadrillas que arreglan las escuelas.
Con mameluco blanco y brocha en mano, Vidal aseguró el sábado pasado: “Somos todos responsables de volver a recuperar la educación pública en nuestra provincia”.
Y agregó: “Vivimos en una provincia que en los últimos años ha tenido unos 70 a 80 días de promedio escolar. Eso prácticamente no pasa en todo el país. Sucede acá hace muchos años. De a poco, de a poco, con mucho esfuerzo saldremos adelante”.
Desde el jardín 63, en el Barrio San Benito de Ríos Gallegos, Vidal adelantó que habilitó un presupuesto de emergencia para contemplar la necesidad de comprar equipos de caldera, “porque hay muchas escuelas que todavía no tienen los equipos de calderas en condiciones”.
Para el próximo sábado, esperan que todas las escuelas de la provincia estén abiertas mientras diferentes equipos las van reparando. Para ello, el Gobierno firmó convenios con clubes, asociaciones civiles, empresas y hasta el Ejército Argentino para que se sumen a lo que se denominó “Operativo Escuelas”.
Un documento elaborado por la ONG “Argentinos por la Educación” reveló que en Santa Cruz un alumno que empezó primer grado en 2013, cuando finalizó 2018, había perdido el equivalente a un año y medio de clases por paros docentes, ya que se contabilizaron 261 días de medidas de fuerza, solo entre esos años. Post pandemia la situación no mejoró. En 2023 solo hubo clases sin interrupciones en las 40 escuelas privadas de la provincia, en tanto las escuelas públicas llegaron a tener 70 días de paro.
En diálogo con LA NACION, Daniel Busquet, presidente del Consejo Provincial de Educación consideró que una de las expresiones más dramáticas de la crisis educativa ha sido la pérdida de un sinfín de días de clases, lo cual ha provocado un perjuicio severo en las trayectorias escolares de los estudiantes.
“Sabemos que el tiempo de escolarización con el que no se ha contado es muy difícil de recuperar. Pero como el aprendizaje no es una sucesión lineal sino que más bien tenemos que pensarlo como una actividad espiralada de sucesivos niveles de integración de contenidos, existe la posibilidad de que con una adecuada intervención pedagógica se puedan paliar los efectos negativos de la situación”, detalló.
El titular del Consejo Provincial de Educación –que aquí tiene rango de ministerio– consideró que para que los alumnos logren más y mejores aprendizajes será necesario avanzar con políticas educativas: “Por un lado, es imperioso devolverle su lugar de protagonismo a la escuela, a sus equipos docentes y sus equipos directivos. El centro del sistema educativo tiene que volver a ser las instituciones educativas. Y para que esto ocurra tenemos que lograr que los directores y supervisores se conviertan en verdaderos líderes pedagógicos. Esto requerirá de procesos de desarrollo profesional que pensamos llevar adelante cuanto antes”.
El titular de la cartera detalló que se trabajará en dos líneas pedagógicas: mientras en los niveles Inicial y Primario harán hincapié en los procesos de “alfabetización inicial” (en sintonía con lo resuelto en la reunión del Consejo Federal de Educación), en el Nivel Secundario se derogó la promoción automática en la cual los alumnos pasaban sin importar la cantidad de materias adeudadas.
En referencia al pase automático, Busquet consideró: “Ha causado un daño terrible a los procesos de aprendizaje de los alumnos y para regularizar las trayectorias escolares hemos diseñado un dispositivo de acompañamiento que le permita a los estudiantes adquirir aquellos aprendizajes que no han obtenido en estos años y así ir aprobando los distintos espacios curriculares pendientes. Este es un trabajo que se desarrollará a lo largo de los ciclos lectivos 2024 y 2025″.
El actual titular de la cartera, quien ha participado de las mesas paritarias, aseguró que otro de los desafíos de la gestión radica “en cambiar la matriz de relación entre el Gobierno provincial y el sector docente y sus representaciones sindicales, es decir, pasar de un modelo de confrontación permanente a uno de diálogo y búsqueda de consensos”.
El desafío no es menor: en los ocho años de Gobierno de Alicia Kirchner, nunca pudo llegar a un acuerdo con la Asociación de Docentes de Santa Cruz, ADOSAC, el único gremio que desde 2007 se mantuvo crítico al kirchnerismo y con quien ella siempre mantuvo una relación conflictiva.
“La reconstrucción y transformación del sistema educativo es una tarea que tenemos que llevar adelante entre todos y los docentes tienen un rol protagónico en dicho objetivo. Estamos convencidos que vamos por el buen camino y todas las instancias de trabajo en conjunto entre el gobierno y las representaciones docentes que hemos implementado en este tiempo dan cuenta de ello”, concluyó Busquet.