EL CALAFATE.- Así lo confirmó la directora de Áreas Protegidas de la provincia, luego de una exhaustiva evaluación de los daños del sismo registrado hace un mes.

El sismo de magnitud 7,5 ocurrido el pasado 2 de mayo en la región del Paso Drake, al sur de Chile, tuvo consecuencias directas en el extremo sur de Santa Cruz, provocando graves daños en la pingüinera de Cabo Vírgenes.

La directora provincial de Áreas Protegidas, Marisol Espino, confirmó que la Reserva Natural sufrió un impacto sin precedentes, con daños severos tanto a nivel ambiental como en la infraestructura turística.

“Entró muchísimo material de aporte que trajo el mar, con una potencia muy fuerte. Llegó más de un kilómetro adentro, incluso alcanzando la ruta”, explicó Espino en diálogo con Canal 9 de Río Gallegos.

El ingreso del mar no sólo trajo agua, sino también barro, restos marinos y materiales que terminaron por destruir estructuras clave de la reserva.

“El mirador se perdió completamente. También los senderos interpretativos y los caminos internos quedaron intransitables, y los alambrados están caídos”, detalló.

Se destruyó el mirador y los senderos.

Espino indicó que se trató de una secuencia de eventos que incluyó varias réplicas posteriores al sismo del 2 de mayo. El evento que generó el daño directo en Cabo Vírgenes ocurrió el 12 de mayo, diez días después del terremoto principal.

Además del daño material, la pérdida más significativa fue ambiental. La zona costera que albergaba la mayor cantidad de nidos de pingüinos fue arrasada.

“Los nidos de la primera línea costera fueron cubiertos con sedimentos o directamente arrancados. También se perdió la vegetación que los pingüinos utilizan para construir sus nidos, por lo que no tienen forma de reconstruirlos cuando regresen”, advirtió la funcionaria.

Se suspende el acceso a la reserva

Desde la Dirección de Áreas Protegidas se solicita a la población no visitar Cabo Vírgenes hasta nuevo aviso, debido a los riesgos de seguridad y la necesidad de permitir la recuperación natural del ecosistema.

El área protegida, ubicada en un punto estratégico del sur argentino, es uno de los principales sitios de anidación del pingüino de Magallanes. Frente a esta situación crítica, autoridades y especialistas trabajan para evaluar el daño total y planificar una recuperación a mediano plazo.