EL CALAFATE.- Luego que el Juzgado Federal de Río Gallegos, suspendiera la operatoria de la embarcación Alacalufe a raíz de la confirmación de la presencia de hidrocarburos en las aguas del Lago Argentino la firma Hielo y Aventura, propietaria del barco, emitió un comunicado difundido hoy por el diario La Nación en el que niega la acusaciones en su contra.

“En el área del Glaciar Perito Moreno donde brindamos servicios turísticos no existió ni existe la contaminación aludida, la empresa posee y cumple con todos los certificados de habilitación de Parques Nacionales y Prefectura Naval Argentina”, detallaron desde la empresa.

En otro pasaje del comunicado de la empresa publicado por el diario La Nación, se lee: “Contribuimos desde 1989 a la sustentabilidad del medio ambiente con acciones innovadoras y permanentes en su conservación y todos absolutamente comprobables, lamentamos que falsas e incorrectas observaciones de manchas de hidrocarburos afectan nuestra reconocida trayectoria de 35 años y producen malestar e inquietud a los turistas y sí, manchan el destino turístico de El Calafate”.

Desde Hielo & Aventura aseguraron: “Es nuestra voluntad cooperar con las autoridades competentes para esclarecer estos hechos y que sea resuelto de manera transparente”.

Por pedido del fiscal federal subrogante Julio Zárate, el Juzgado Federal de Río Gallegos, a cargo del juez Marcelo Vázquez, suspendió la operatoria del buque y ordenó que sea retirado del agua. La embarcación está actualmente en el puerto Bajo las Sombras del lago Argentino, dentro del Parque Nacional Los Glaciares.

El juez dispuso asimismo que la medida se sostenga hasta que se cuente con “un informe técnico detallado -que deberá ser realizado por personal especializado- que dé certeza de que la operatoria de este, no afecte de forma negativa el ambiente en el cual realiza su funcionamiento”.

A su vez, ordenó a la Administración de Parques Nacionales la realización de un Informe Técnico de Contención, a fin de evitar la alteración negativa al recurso hídrico.

De este modo aun restan instancias administrativas y judiciales para determinar las consecuencias del derrame vertido en las aguas del Lago Argentino, por al menos una de las embarcaciones que operan en el lugar.

Tras lo cual se conocerá el grado de responsabilidad de la empresa denunciada y las sanciones que le corresponderían en caso de ser hallada responsable de daño ambiental.

Los antecedentes del caso

El incidente fue reportado en primera instancia por un guardaparques y según informó, Parques Nacionales, el 19 de abril se hicieron visitas y el 22 de ese mes se labró un acta de constatación que obligó a la empresa a mantener amarrada la embarcación Alacalufe y desde entonces no ha vuelto a operar. En paralelo, se labró la correspondiente acta de infracción y se realizó la denuncia penal para que intervenga la Justicia, el viernes 3 de mayo.

Agregaron que “todo se hizo según los protocolos correspondientes y en conjunto con Prefectura Naval que es la autoridad de aplicación”. Además, señalaron que el 4 de mayo pasado se hicieron dos navegaciones, por la mañana y por la tarde, para evaluar el lago con diferentes posiciones del sol y no se encontraron restos ni en el agua ni en la costa”.

Sin embargo, para el fiscal Julio Zárate, la mancha oscura que se expandía por el lago ameritaba mayor investigación, "a simple vista no se ve nada" reconoció, al tiempo que cuestionó que la denuncia se haya radicado con varios días de demora. 

El funcionario judicial  ordenó la toma de muestras de las aguas del Brazo Rico, frente al glaciar Perito Moreno, para determinar la presencia o no de hidrocarburos o algún otro elemento contaminante que haya sido arrojado por una de las embarcaciones de la flota de la empresa Hielo y Aventura que opera en el muelle Bajo de Las Sombras.

El fiscal subrogante detalló que en la inspección realizada, "se revisaron todas las embarcaciones a la empresa se requirió documentación, se requirió habilitaciones, seguro, el estado de personas, o sea todo lo que nosotros estábamos buscando", indicó.

Comentó que en la requisa pudieron constatar que, "había cuestiones que estaban en forma irregular", entre las cuales mencionó, "envases que eran reutilizados como lastre de los propios muelles que estaban ahí que eran envases de residuos peligrosos que no podían utilizarse", y confirmó que sobre este punto, se labraron actuaciones, y se secuestraron elementos.

"A simple vista no se ve nada".

Sobre el operativo en el lago el fiscal explicó que "se extrajeron muestras en forma de abanicos, o sea, lo que se hizo fue embarcar a personal de Prefectura y Policía Federal con un testigo y se fue en una especie de abanico tomando muestras de modo tal que sea representativo, además de lo que sería todo el abanico incluso en el centro", especificó.

En cuanto a qué pudieron observar los inspectores sobre la superficie del Lago, el doctor Zárate comentó, "a simple vista no se ve nada, esa es la realidad, no hay rastros específicamente de manchas, ni de restos grandes o de hidrocarburos que uno pueda observar", remarcó el fiscal.

Una denuncia a destiempo

En cuanto a las posibilidades de probar la existencia de un posible delito cuando ya transcurrió un mes del hecho denunciado, el fiscal advirtió sobre la importancia de actuar a tiempo con las denuncias: "siempre tratamos de recordar que las cosas se hay que denunciarlas en el momento no esperar porque es lo que puede atentar contra lo que nosotros podamos encontrar", sostuvo.

No obstante destacó, "más allá de que no tuvimos la oportunidad de estar en el momento exacto cuando sucedieron los hechos porque no fueron denunciados oportunamente, el tema es verificar porque si hay rastros los vamos a encontrar ahí obviamente", afirmó.

El juez Vázquez hizo lugar a la medida al entender que “en cuestiones como estas, donde se encuentra en juego la contaminación de un elemento de semejante vital importancia como lo es el agua, siempre subyace la necesidad de actuar con especial celeridad, más aún en casos que, importa la posible afectación y un trascendente impacto negativo en la integridad física de una colectividad indeterminada de personas, flora y fauna, como así también del ambiente en general; todo lo cual implica un estado de peligrosidad permanente de magnitudes inciertas, que debe ser resuelto de manera eficaz e inmediata”.