LA NACION // EL CALAFATE.- Nació en Eslovenia hace 75 años, pero su carrera como glaciólogo la desarrolló entre los hielos patagónicos y los de la Antártida. A los 12 años, llegó a la Argentina y dejó atrás una infancia marcada por la guerra y la tragedia. Hoy, Pedro Skvarca es uno de los tres eslovenos más destacados de América Latina y el gobierno de la República de Eslovenia le otorgó un reconocimiento por su contribución a la ciencia, a la difusión de esa nación y a su lealtad a las raíces del país que lo vio nacer. "Como país nos sentimos muy orgullosos de los eslovenos que viven afuera. Con su trabajo y trayectoria también se reconoce a Eslovenia", detalló a la nacion, la embajadora de ese país en la Argentina, Jadranka Sturm Kocjan. La diplomática viajó hasta esta ciudad para entregar el reconocimiento en Glaciarium, el museo sobre hielo patagónico, donde Skvarca es director científico. La embajadora, que aprovechó el viaje para hacer trekking en las montañas y preparó ella misma la "potica", un plato tradicional de Eslovenia, que se compartió en la ceremonia, destacó a la Argentina como un país de puertas abiertas para la inmigración y afirmó que aquí vive la segunda comunidad de eslovenos fuera de ese país (unos 35.000). Skvarca, con 41 expediciones en la Antártida e innumerables en el Hielo Patagónico Sur desde 1990, es uno de los científicos que más ha estudiado los glaciares. Es ingeniero geodesta-geofísico diplomado en la Universidad de Buenos Aires y se especializó en glaciología en Cambridge, Inglaterra. Por más de cuatro décadas se desempeñó como Investigador Científico en el Instituto Antártico Argentino (IAA)-Dirección Nacional del Antártico (DNA). En 1979 fue nombrado jefe de la División Glaciología del IAA, cargo que ocupó hasta 2013."Estoy muy agradecido del reconocimiento, es increíble que una dictadura me haya expulsado de mi patria y, ahora, la embajadora de la joven nación viaje hasta aquí para darme el reconocimiento", agradeció Skvarca. Su padre fue uno de los 12.000 ciudadanos asesinados en Yugoslavia por la dictadura del mariscal Tito, después de que terminó la Segunda Guerra Mundial. En 1956, luego de quedar viuda, su madre decidió emigrar a la Argentina, junto a sus dos hijos. Se estima que en esa época ingresaron a nuestro país cerca de 6000 eslovenos que huían del comunismo. La embajadora destacó que el reconocimiento a Skvarca es por sus más de 50 años de investigación científica excepcional y extensa de los glaciares de la Antártida y de los Andes, por su contribución notable a la difusión de la reputación de Eslovenia tanto en la Argentina como en el resto del mundo y también por su lealtad inquebrantable a las raíces eslovenas y la contribución a la identidad en el país. Desvelos Durante el homenaje, tres de sus nietos cantaron en esloveno "Lipa zelenela je", una canción tradicional, incluso una de sus nietas llevó un atuendo típico de Eslovenia. Skvarca, no vive aquí, pero cada verano está en la ciudad cabecera desde donde realiza sus investigaciones en los glaciares. Entre sus últimos desvelos, está la estación meteorológica que funciona de forma ininterrumpida desde hace 22 años y mide parámetros como viento, temperatura, presión atmosférica y precipitaciones. Para cuando se cumplan 30 años, dará los primeros resultados completos medidos al pie del glaciar Perito Moreno. Skvarca, es miembro de la Sociedad Glaciológica Internacional, miembro de número de la Academia Nacional de Geografía, e integró el Grupo Permanente de Ciencias Físicas del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR). Los resultados de sus investigaciones son numerosos trabajos publicados en revistas científicas, entre ellas las prestigiosas Nature y Science.