SANTA CRUZ.- Durante el segundo mandato de Cristina Fernández se creó la ley que obligaba al Estado a generar la vinculación física con la Isla. En 2015 la entonces presidenta junto a Axel Kicilof anunció la creación de un fideicomiso que nunca se conformó. En diciembre último las autorides chilenas anunciaron la asistencia del gobierno Noruego para la construcción del túnel entre Punta Delgada y Bahía Azul.

Para viajar desde Río Gallegos hasta Río Grande, se recorren 593 km por ruta, la mayor parte se transita dentro del territorio chileno, incluyendo un cruce en ferry por el Estrecho de Magallanes de unos 3.7 km que insume cerca de 30 min según las condiciones climáticas. En este punto geográfico, el país trasandino proyecta el corredor que unirá el continente con Tierra del Fuego.

Desde Río Gallegos

Los automovilistas parten por la RN‑3, recorren 68 km hasta Monte Aymond – Integración Austral, cruzan a Chile, transitan por las rutas RN‑255 y RN‑257, atraviesan en ferry el Estrecho desde Punta Delgada hasta Bahía Azul (30 minutos de travesía) y luego continúan por la isla hasta San Sebastián donde reingresan a Argentina.

Esta dependencia de rutas y procedimientos chilenos encarece el traslado, impacta en los tiempos de viaje y sube los costos logísticos y de vida en la región fueguina.

El 23 de julio de 2015 la entonces presidenta Cristina Fernández y su ministro de Economía, Axel Kicilof, anunciaron en Rio Gallegos, la firma del contrato para las obras de vinculación marítima con la Isla de Tierra del Fuego a través de buques porta rodantes.

Presentaron tres alternativas de ruta, la primera de ellas, Punta Dungeness (Cabo Vírgenes) – Espíritu Santo, de 41 km; Punta Loyola (Río Gallegos) – Cañadón Alfa, de 160 km, y una tercera opción, desde Punta Loyola (Rio Gallegos) – Caleta La Misión (Río Grande), 245 km.

Para esta última propuesta se previó un costo de U$S 100M "para mejorar la infraestructura portuaria (U$S 30 M en Río Gallegos y U$S 70 M en Caleta La Misión). El plazo de construcción era de aproximadamente 30 meses. El anuncio incluyó un fideicomiso, que solo quedó en promesas.

El mapa oficial que acompañó el proyecto anunciado por Cristina Fernández.

El proyecto del túnel submarino bajo el Estrecho de Magallanes

El gobernador de la Región de Magallanes, Jorge Flies, presentó un ambicioso plan para construir un túnel submarino de 3,7 km bajo el Estrecho de Magallanes, en la zona de Primera Angostura, uniendo el continente con la isla.

El proyecto prevé un estudio de factibilidad de unos 100 millones de dólares financiado por el Plan de Zonas Extremas de Chile, mientras que el costo total de la obra podría superar los 1.350–1.500 millones de dólares, basándose en estimaciones del costo por kilómetro del Eurotúnel.

Se espera que Argentina participe en el financiamiento binacional, pero hasta el momento no hay indicios por parte de las autoridades de nuestro país de avanzar en el proyecto en conjunto. La conexión por el lado argentino es inviable dado que demandaría una obra de 40 kilómetros de extención desde Punta Dúngenes hasta Cabo Espíritu Santo.

La participación argentina en la iniciativa se explica por el hecho de que el 87% del tránsito hacia la Isla de Tierra del Fuego, la realizan vehículos particulares y transportes argentinos.

De no acceder al proyecto binacional, los argentinos deberán continuar abonando peajes al gobierno chileno por el uso de las rutas, y los cruces a través del Estrecho de Magallanes.

La propuesta busca reemplazar el sistema actual de barcazas, que está sujeto a interrupciones por clima, fallas operativas o conflictos gremiales.

FEPOTRA y 52 años de promesas incumplidas

Desde la Federación FEPOTRA alertan que el primer proyecto para unir Santa Cruz con Tierra del Fuego ya tiene 52 años de historia, sin ejecución concreta. En 2015, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el ministro Axel Kicillof anunciaron la creación de un fideicomiso para poner en marcha esa obra, alegando que existía un proyecto de factibilidad, pero nunca avanzó más allá de la promesa y según aseguran, nunca existió tal proyecto de factibilidad.

Una vía que conecte directamente Santa Cruz con Tierra del Fuego sin salir de jurisdicción argentina implicaría avanzar en soberanía e integración territorial. Además, permitiría eliminar el paso por Chile, reduciendo kilómetros recorridos, controles aduaneros, tarifas de ferry y horas de viaje.

Esto aportaría un ahorro real para particulares y transporte de mercaderías, reforzaría la competitividad de Tierra del Fuego, abarataría el costo de vida y potenciaría el turismo entre las provincias.