SANTA CRUZ.- No obstante sobre el final de la jornada el oficialismo logró consensuar modificaciones al proyecto que será aprobado en la próxima sesión.

La sesión de la Cámara de Diputados de Santa Cruz vivió una jornada marcada por la tensión, el enfrentamiento político y un desenlace inesperado que llevó a la postergación del tratamiento del proyecto de adhesión al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). La propuesta, impulsada por el oficialista bloque Por Santa Cruz, buscaba atraer inversiones superiores a los 200 millones de dólares en sectores estratégicos como el petróleo, el gas, la minería y el turismo, pero quedó en suspenso tras un clima de alta conflictividad que culminó pasada la medianoche. (Ver video de la conferencia de prensa del bloque PSC).

El proyecto y su controversia

La iniciativa del gobierno de Claudio Vidal fue presentada como una herramienta clave para dinamizar la economía provincial, -hoy anclada en el Estado como principal dador de empleo- generando empleo genuino y fomentando el desarrollo en áreas con alto potencial. Aunque el oficialismo contaba con los votos necesarios para aprobar el proyecto, la negativa del bloque opositor Unión Por la Patria marcó el inicio de una serie de acontecimientos que escalaron rápidamente.

La oposición, que había manifestado sus críticas al proyecto pero no presentó una alternativa concreta, optó por una estrategia de confrontación. Militantes del intendente, Pablo Grasso, y gran parte de los miembros de su gabinete, y gremios afines, irrumpieron en la sesión en un intento de boicot, que logró impedir la continuidad del debate.

Reuniones de urgencia y un trabajoso consenso

Ante esta situación, los diputados de Por Santa Cruz decidieron pasar a un cuarto intermedio, en un gesto que buscó desactivar el conflicto y abrir un espacio para la negociación.

Durante el receso, que se extendió hasta la medianoche, se llevaron a cabo reuniones entre legisladores oficialistas, y referentes sindicales presentes en el recinto. Este diálogo permitió introducir modificaciones al proyecto original, acordando un texto alternativo que contemplará las demandas de los diferentes sectores y será abordado en la próxima sesión ordinaria.

El acuerdo y las críticas

Funcionarios municipales en las gradas del recinto con carteles en contra del RIGI

El comunicado emitido por la Legislatura al término de la jornada destacó "el gesto de apertura y madurez política" del bloque oficialista, subrayando su voluntad de escuchar y consensuar con los gremios. Además, cuestionaron con dureza la actitud del bloque opositor y repudiaron los hechos violentos protagonizados por militantes del espacio político de Pablo Grasso. Según el oficialismo, estas acciones reflejaron un intento de desestabilización y atentado contra la institucionalidad.

Por su parte, los gremios valoraron el diálogo como un acontecimiento inédito y positivo, destacando la importancia de incorporar las miradas de los trabajadores en un proyecto que promete ser un motor de desarrollo para la provincia.

Lo que viene

Con las modificaciones acordadas, el proyecto será tratado en una próxima sesión, donde se espera que sea aprobado. Para el gobierno de Vidal, el RIGI representa una oportunidad crucial para abrir las puertas a capitales nacionales e internacionales, con la esperanza de diversificar la matriz económica provincial y reducir la dependencia del empleo estatal.

En la medianoche de ayer, diputados del bloque Por Santa Cruz junto al presidente del cuerpo, Fabián Leguizamón, brindaron una conferencia de prensa para explicar la secuencia de hechos que frustraron el tratamiento del proyecto de adhesión al RIGI.

Video gentileza: Juan Carlos Silva.

¿Qué es el RIGI?

Es un régimen especial para atraer grandes inversiones e introducir dólares frescos a la economía nacional. Los inversores obtendrán dispensas impositivas, en Ganancias, Iva, entre otras, a cambio de garantizar inversiones mínimas de U$S 200 millones en rubros como el petróleo, la minería, el turismo, entre otros.

A cambio el RIGI exime a los inversores del pago de tributos aplicados en bienes de capital nuevos, como repuestos, partes, componentes para maquinarias, entre otros. También obtendrán la reducción de diez puntos en la alícuota del impuesto a las ganancias hoy fijada en el 35%. También podrán acceder al pago de deudas de IVA con créditos fiscales. Otros beneficios son, exención de impuestos aduaneros luego de un determinado período de año.

En ese sentido, el RIGI incluye un “plan de desarrollo de proveedores locales”. La normativa obliga a todos los proyectos a destinar a jugadores del mercado local al menos el 20% de sus gastos destinados al pago de proveedores.

Las críticas al proyecto

La resistencia al RIGI tiene como protagonistas a sectores de la economía local, y pequeños empresarios que consideran que no podrán competir con las grandes empresas para acceder a los beneficios. Otro de los rechazos viene del lado sindical, que plantea que el RIGI atenta contra la fuente laboral.

Crédito portada: Cámara de Diputados de Santa Cruz.