EL CALAFATE: En una reciente conferencia de prensa, la nueva ministra de Salud, Analía Constantini, abordó las declaraciones del jefe de Gabinete del Gobierno Nacional, Guillermo Francos, sobre la posible transferencia de hospitales nacionales a las provincias, centrándose en el Hospital de Alta Complejidad de El Calafate (SAMIC). Constantini aclaró que no hay información oficial sobre el traspaso y que los recientes nombramientos de directores en el sistema de salud están destinados a resolver cuestiones administrativas.

"La venida del SAMIC a la provincia son solo rumores", afirmó la ministra, subrayando que la atención se debe centrar en el Hospital Regional Río Gallegos, el cual actualmente asume el 70 por ciento de la salud pública de la provincia. Constantini destacó la importancia crítica de este hospital, señalando que su colapso afectaría gravemente a los hospitales más pequeños del interior, como los de San Julián y Caleta Olivia.

Indicó que, en este momento, la prioridad del gobierno provincial es fortalecer el sistema de salud regional antes de abordar la situación del SAMIC, y remarcó que “La salud pública es una política de Estado y no partidaria por la cual, el ciudadano debe tener respuestas en materia de sanitaria”, sostuvo..

Los números del SAMIC y una gestión con falta de coherencia

Uno de los casos más emblemáticos es el del Hospital SAMIC de El Calafate, creado en 2015 durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Este hospital, con un presupuesto asignado de $30.652 millones para 2025, es financiado en un 70% por la Nación, un 25% por la provincia de Santa Cruz, y un 5% por el municipio.

Su administración tripartita ha sido fuente de conflictos desde el gobierno de Mauricio Macri, y las diferencias políticas entre los directivos siguen afectando tanto la gestión interna como la atención a la comunidad de 27 mil habitantes de la villa turística. Cabe consignar que en la localidad funciona además el hospital Formenti, cuya administración y presupuesto dependen del Estado provincial.

Francos reiteró que no se trata de cerrar hospitales, sino de transferir su gestión. "Una política nacional de salud puede ser coordinada a nivel nacional, pero ¿hospitales en manos de la Nación? No tiene sentido. Hay que pasárselos a las provincias". En este sentido, subrayó que provincias como Buenos Aires, encabezada por Kicillof, deberían asumir la gestión de hospitales como el Posadas y El Cruce.

El Ministerio de Salud, liderado por Mario Lugones, ya está trabajando en la reorientación de la gestión hospitalaria y en la revisión de las políticas de compra de medicamentos, que hasta ahora han sido hiperreguladas. Para implementar esta política de traspaso, será necesario abrir una negociación con los gobernadores,