RÍO GALLEGOS.- También hubo un reclamo de la pastoral migratoria por el cierre de una oficina de Migraciones en El Calafate. 

En el marco de la 110ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, bajo el lema “Dios camina con su pueblo”, el Equipo Diocesano de la Pastoral Migratoria de la Diócesis de Río Gallegos realizó diversas actividades para recordar sus 24 años de compromiso con los migrantes. “Nuestra misión ha sido siempre acoger, promover, proteger, integrar y celebrar la vida de cada persona que llega a esta tierra patagónica”, escribieron en su mensaje a la comunidad. 

Durante la jornada, se enfatizó que la migración debe ser vista como una oportunidad para fortalecer la fraternidad y la diversidad. “No se trata de un problema, sino de una realidad que nos invita a crecer juntos”, agregaron, recordando que en cada migrante se refleja el rostro de Jesús.

Sin embargo, el cierre de la oficina migratoria en El Calafate ha generado inquietud. La Pastoral Migratoria advirtió que esta decisión dificulta la integración de los migrantes y complica su acceso a servicios básicos. “Es crucial abogar por políticas que faciliten la inclusión, en lugar de obstaculizarla”, afirmaron.

Las celebraciones incluyeron actividades interculturales y momentos de reflexión sobre la importancia de la solidaridad en tiempos de crisis. La comunidad fue llamada a seguir construyendo un futuro donde prevalezcan la fraternidad y la justicia social, tal como enfatizó el Papa Francisco en sus enseñanzas sobre la migración.

Con un mensaje de esperanza y unidad, el Equipo Diocesano invitó a todos a “caminar juntos” en la construcción de una sociedad más acogedora, donde cada cultura y cada historia sean valoradas y respetadas. La jornada culminó con un llamado a no perder de vista el sueño de una humanidad unida, que se esfuerza por un futuro mejor para todos.