RÍO GALLEGOS.- A los 15 años quedó embarazada, su madre se sintió avergonzada y en contra de su voluntad le arrebató a sus bebes, sin que ella siquiera alcanzara a verles la carita. Ahora, 44 años después los encontró y ya tuvieron el primer contacto vía zoom. En el medio su vida quedó marcada por la pérdida pero también por la esperanza con la que crió a cuatro hijos, a quienes les fue contando de los mellizos que nunca dejó de buscar y recordar en su corazón.

Miriam Cavieres habla suave y pausado. En su voz se percibe una alegría contagiosa y un mensaje de esperanza: está escribiendo el final feliz de una larga y dolorosa historia personal.

La mujer luego de aquel duro momento cuando de adolescente le arrebataron a los bebés apenas nacieron, logró reponerse, tener cuatro hijos con los que armó una familia. Desde La Rioja donde vivía, a los 22 años se mudó a Mendoza. Actualmente vive en Río Gallegos, donde eligió radicarse hace nueve años luego de que en su provincia sufriera un desafortunado hecho de inseguridad. Profundamente creyente, hoy siente que todo "ocurre por algo", que la vida la trajo aquí, donde finalmente encaró la búsqueda más intensa que la condujo a sus hijos.

"Río Gallegos me ha dado muchas cosas, soy muy feliz de haber venido a este lugar que hoy me dio la felicidad más grande que me pudo haber dado que es haber encontrado a mis hijos desde acá", cuenta Miriam, rememorando aquel jueves 26 de octubre cuando recibió la llamada avisándole que los mellizos habían sido encontrados.

En junio cuando se presentó aquí la campaña “Mamás que buscan” que se enmarca en el Programa Nacional sobre el Derecho a la Identidad Biológica de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), ella se realizó la prueba de ADN. Aunque siempre esperó reencontrarse con sus mellizos, nunca imaginó que sucedería tan solo 4 meses después de la prueba. La identificación se pudo concretar gracias a que uno de sus hijos, hace seis años se había realizado el examen de ADN ya que como había nacido en 1979, pensaba que él y su hermano podían ser hijos de desaparecidos por la dictadura militar de esos años.

Además de sus hijos, hoy siente que encontró su misión en esta vida, la de ayudar a los demás en sus búsquedas de padres o hijos y se muestra decidida a cumplir con este mandato, "es un camino muy duro, pero ahora yo entendí que este es mi propósito en la vida, ayudar a esas personas que no se animan a hablar, yo encontré a mis hijos y ése fue el propósito por el que Dios me trajera a este lugar, ayudar a otros a buscar a sus hijos y a sus padres".

Hoy, Eduardo y Marcelo viven en Buenos Aires. Siempre supieron que eran hijos adoptivos pero lo único que sabían de su madre biológica es que había fallecido, por eso no la buscaban.

Ésta circunstancia hace que los tiempos de ellos sean distintos a los de Miriam, y ella lo reconoce. Por eso comprende que el reencuentro definitivo aun debe esperar.

"Yo entiendo que ellos necesiten mas tiempo para procesar la noticia, yo los estuve esperando siempre, yo siempre los tuve presente, y nunca dejé de buscarlos, sin embargo ellos no sabían que yo estaba con vida", explicó Miriam en dialogo telefónico con Winfo Santa Cruz, en el que compartió su historia. "Yo sé que Dios los esta preparando a ellos para el reencuentro, yo sé que estamos próximos a conocernos y él esta preparando ese camino para nuestro feliz encuentro. Los tiempos de Dios son perfectos", expresa con voz serena, consciente de que ésta vez la espera ya no es incertidumbre sino certeza.

¿Cómo fue que la separan de sus hijos?

A ellos me los saca mi mamá, porque yo quedo embarazada a los 15 años y paso a ser la vergüenza de la familia y de las amistades. Y por esa razón y por muchas mentiras, mi mamá me saca a mis hijos y se los da a otra persona. En ese momento vivía en La Rioja, adonde me llevaron de muy chica desde mi provincia natal que es Mendoza.

¿Cómo nace la posibilidad de buscar a lo hijos de quienes la separaron al nacer?

Mi búsqueda fue siempre, toda la vida. Preguntar y preguntar. Preguntas con mentiras y sin respuesta, nunca deje de buscarlos. Jamás. Mi búsqueda se hace más fuerte en el 2021, cuando hice yo mi primer posteo en Facebook, el día del cumpleaños de mis mellizos, hice un posteo porque mi nieta Mireya me dijo que había una página que se llama “Donde estás”. Ella me agrega a la página, me llevó un tiempito animarme, porque a mi me habían hecho creer que era muy vergonzoso, peligroso, un montón de mentiras, me animo a hacer la publicación. Desde ese momento mi teléfono no para de sonar, me llamaron desde La Rioja, donde ellos nacieron. Hice entrevistas allá también. Hay una abogada que me ayudo a recuperar, yo buscaba mi historia clínica y una copia del acta del libro de nacimiento. Fue una odisea pero lo conseguí. Una vez, buscando en Facebook, pero yo no sabía ni sus nombres ni sus apellidos, trataba de buscar a ver si alguien me nombraba, para ver si alguien me estaba buscando.

¿Cuáles fueron los primeros indicios de que podía hallarlos

Un día me entero de la historia de unos mellizos que se habían criado separados. "Yo la compartí. Yo seguía en el Facebook que dos personas reaccionan con corazoncitos. Y entro a los corazoncitos, una era Liliana Leyva administradora de un grupo y Alejandra de una ONG. Yo les mando un mensaje a las dos. Y comienzo a hablar por teléfono  y a través de ello, yo llego al ADN de CONADI.

¿Cómo y cuando recibió la noticia del hallazgo de los mellizos?

Fue muy shockeante, porque cuando me llaman, pensé que me tenía que repetir el ADN, la verdad que no sé porqué pensé eso. Cuando me dice Elizabeth del CONADI me pregunta si estaba sola, le digo que no, que estaba con mis hijas.

Cuando Elizabeth me dice que aparecieron mis hijos, yo no le creía, entro en shock y mi hija toma el teléfono, una de mis nietas me dice, ´te levantaste de un salto y pegaste un grito´ y mi otra nieta me dice, ´abu, pegaste un grito!´. En un momento recuerdo que estaba de rodillas dándole gracias a Dios. Y me dicen que me tranquilice que ella me volvían a llamar. Imaginé que era para explicarme cuáles eran los pasos a seguir, pero cuando me vuelven a llamar me hicieron una videollamada, y ¡lo primero que veo son sus dos caritas, que me enternecieron tanto, es algo muy muy hermoso. Aún no lo puedo creer!.

¿Qué sabe de ellos, cómo recibieron la noticia?

Eduardo y Marcelo se criaron en Buenos Aires, uno vive en CABA y el otro en Trenque Lauquen y el sábado estuvieron juntos. Ellos están en contacto, se criaron muy unidos, y el día de la llamada uno de ellos le dijo al otro 'ya no estamos solos, tenemos hermanos y tenemos mamá'.

Ese mismo día los ingresé al grupo (de WhatsApp de la familia), con el permiso de ellos y de sus otros hermanos y ese día, me acuerdo que mis hijas les contaron muchas cosas y yo lo único que hacía era llorar. Les dieron la bienvenida a la familia, se contaron varias cosas, seguimos en contacto en el mismo grupo. Yo hablo en privado con ellos también, para que se sientan libre para hablar con ellos. Uno trabaja en un supermercado y el otro es chofer de colectivo, uno tiene una nena de 17 y el otro uno de 14 y una nena de 9. Ahora yo se que tengo 25 nietos.

¿Cómo imagina el reencuentro con los mellizos?

Yo siempre los tuve presente, nunca salieron de mi vida, ellos siempre estuvieron en mi boca, en mi corazón, nunca los negué. Pero para ellos debe ser muy difícil, pensar que yo no existía a que un día los llamen y les digan que su mamá biológica los está buscando. Yo lo sufrí como madre, ellos no tuvieron que pasar por todo eso, pero que lo estén viviendo ahora, es muy difícil. Ahora tenemos que darnos unos días, tenemos que procesar todo esto, prepararnos. Por eso es que yo les estoy dando su tiempo y que ellos decidan qué es lo que quieren hacer. No quiero entorpecer sus vidas, quiero que ellos lo decidan, que no me digan que yo los presioné. Cuando me digan, ´podés venir´, emprendo mi viaje hacia el reencuentro con ellos.

¿Siente que al encontrarlos la vida hizo justicia con usted?

Yo creo mucho en la justicia divina, pero falta. Yo sé que Dios me preparó todos estos 44 años y preparó todo. Y aún sigue preparando el camino para encontrarme físicamente con mis hijos. Él hizo el milagro para que aparecieran. Los tiempos de Dios son perfectos y él le hace pagar a las personas lo malo que hacen. Yo veo día a día por lo que pasa mi madre y yo se que ella está pagando lo que me hizo a mí y lo que le hizo al entorno familiar, todo se paga en esta tierra. Y la verdad siempre sale a la luz, tarde o temprano la mentira se sabe.

¿La justicia investigó lo que pasó, usted denunció a quienes le robaron a sus hijos cuando tenía 15 años?

No hice denuncia. Yo en mis pensamientos siempre me propuse encontrar a mis mellizos. Mi madre quedó viuda con mis hermanos muy chicos. Y yo sabía lo que iba a pasar si hacía la denuncia. Fue lo que me atajó a denunciar. Toda mi búsqueda fue en silencio. Siempre quise que ella me diga la verdad, pero nunca lo hizo. En el 2018, me llaman desde Mendoza y me dicen que mi mamá había sufrido un infarto. Yo viajo, se va a morir y no me lo va a decir, me fui a verla para que me diga la verdad, y estando ella en terapia intensiva le pregunté al oído a quien le había dado mis hijos, y tampoco me lo dijo.

¿Cómo vive su familia esta noticia?

Mis hijos me dicen, mamá tenés otra cara, tenés otro semblante, te brillan los ojos, están muy felices que por fin mi lucha haya llegado a su fin. Hoy se completa mi felicidad, siempre estaba ese vacío que algo me faltaba y que nunca nadie jamás lo puedo llenar porque era mi lugar, el lugar de mis mellizos. Mi hija que están en Mendoza me hablan al privado. Le doy tanta gracias a Dios por los hijos que me tocaron, porque nunca me dejaron sola. Mi sueño es tenerlos a los seis juntos Es mi gran sueño. Yo siempre le pedía a Dios que no cierre mis ojos sin antes encontrar a mis hijos. Y ahora le pedí que no cierre mis ojos sin poder verlos a los seis juntos.