Por Mario Novack.- *
En las últimas horas la población de Río Gallegos asiste a un cruce de opiniones en torno a la incorporación en espacios públicos de la ciudad de elementos visuales, como una enorme estructura metálica emulando al “Macá Tobiano”, una especie que habita en la Patagonia Austral.
En rigor lo que se ha puesto en debate es si la obra escultórica es procedente o si afea el paisaje, o si presenta riesgos para la población en una ciudad barrida por los vientos.
Sin embargo la discusión es otra, o debería ser otra. Si hay algo que reconocerle a la gestión municipal es que ha sido capaz de mostrarnos a los vecinos la enorme cantidad de espacios públicos sin utilizar en el ejido de nuestra ciudad.
La duda sigue siendo si lo hecho en estos espacios públicos tiene buen gusto, identidad o constituye un atractivo turístico. De lo hecho rescato satisfactoriamente la restauración de la chata “Swift”, que ha permitido recuperar este elemento tan emparentado con la historia fundacional de Río Gallegos, que creció al influjo de la actividad frigorífica.
En otros casos la estatuaria no aporta mucho, por no decir nada. Ver a nuestras tres figuras campeones mundiales de fútbol inmortalizadas en estatuas no le otorga identidad a Río Gallegos, puesto que es algo que podemos encontrar en cualquier población de cada provincia argentina.
Que tanto se puede ofrecer al turista que llega a Río Gallegos…?. Los atractivos naturales e históricos se encuentran cercanos o fuera de la ciudad, tales como Punta Loyola, Laguna Azul o Cabo Vírgenes.
Para elaborar un circuito que una estos lugares se requiere planificar en forma conjunta con el estado provincial y nacional, la pavimentación de la ruta 51 que parte desde la ruta nacional número 3 hasta conectarse con la ruta 1 que concluye en Cabo Vírgenes, donde se encuentran vestigios de la colonización española, la fiebre del oro y es además una de las mayores pingüineras del continente.
De ese modo se obtendría un fácil acceso desde Río Gallegos a Laguna Azul y desde allí a Cabo Vírgenes. Mucho es el trabajo a realizar para poner en valor la historia del lugar.
Porque precisamente éste es el mayor activo que tiene como atracción la capital de Santa Cruz. El Campo Volcánico Pali Aike constituye uno de los mayores tesoros naturales, donde podemos encontrar desde volcanes hasta lagunas en sus cráteres o maares.
Pero la pregunta que cabe formularse es si esto es puesto en valor o no con las actuales autoridades, y la respuesta es negativa. No se impulsa o promueve la navegación de la ría del río Gallegos en sus circuitos norte, cercano a la ciudad o sur en la desembocadura con el mar, lugares de una belleza tan particular y muy rica historia.
La Isla Deseada, constituida en reserva natural y los restos de antiguos naufragios nos entregan la posibilidad de adentrarnos en un pasado rico en acontecimientos que dejaron su huella en la historia.
Lo que no se hace ni promueve es el conocimiento a partir de una “la ruta de las huelgas”, que rescate los acontecimientos registrados aquí hace un siglo con la luego denominada “Patagonia Rebelde”.
Menos aún poner en valor autores, músicos y creadores de obras que rescatan y retratan lo acontecido en en el 20 y el 21 del siglo pasado. Ubicar lo que fue el Hotel Covadonga sobre la avenida Néstor Kirchner al 1240 nos remite a la historia de Eulogio Alonso descripta en la Milonga del Asturiano, obra que forma parte de la Cantata de las huelgas rurales que un grupo de artistas y creadores santacruceñas bajo la conducción de Martín Leóz hicieran en el año 2020/21.
En ese afán de rescate se debe promover la recuperación de lugares como los últimos vestigios del ex frigorífico Swift y apuntalar la historia local y la historia de la clase obrera, investigando a tal fin.
Ni hablar de lo más lejano de nuestro pasado como los episodios de naufragio y conquista en los años del mil quinientos, cuando un 30 de noviembre de 1537 naufragara en Punta Loyola la Nao Concepción, que terminaría resultando de fundamental trascendencia en la historia argentina.
Tampoco de la historia fundacional de nuestra ciudad cuando soldados y colonos chilenos fundaron el Fuerte Gallegos, tomando posesión del lugar anes de ser desalojados por acción del presidente Sarmiento en 1873. Replicar una Nao o un Fuerte militar, aunque modesto constituiría un acontecimiento más que trascendente.
Toda la historia de Malvinas nos refiere a la guerra de 1982 y sin embargo la cercanía con el archipiélago reconoce hechos y acontecimientos que nos convierten en la provincia de mayor ligazón en la historia de ambas regiones.
Río Gallegos fue el puente que sirvió para conectar el continente y la llegada de los gauchos malvineros, primero y con posterioridad aquellos isleños de origen británico que iniciaron la producción ovina en Santa Cruz. Sin olvidar los distintos vuelos que reclamaron soberanía en los años 1964 y 1966, con las incursiones de Miguel Fitzgerald y el denominado “Grupo Cóndor” respectivamente.
Para el final sería sumamente importante que se articulen los mecanismos legales y de concertación para la puesta en valor del patrimonio rupestre cercano a nuestra ciudad, donde está presente en lugares como la estancia Guer Aike, a escasos 30 kilómetros de Río Gallegos.
Asimismo transformar a la capital provincial en sede os certámenes de deportes bajo techo, con disciplinas tales como el futbol de salón, hockey pista y sobre patines, handball, vóley, básquet y otras que permitan darle giro a la actividad hotelera.
La apuesta a valorizar la identidad debiera ser la premisa para transformar el turismo como actividad generadora de recursos en nuestro medio y ese será el desafío de las futuras autoridades municipales, pero también del gobernador electo Claudio Vidal ya que el accionar de la Secretaría de Turismo de Santa Cruz se constituye en un organismo de vital importancia en la articulación de políticas locales, provinciales y nacionales.
El autor es periodista, creador y conductor del ciclo “Contame una Historia” que se emite a través de FM UNPA 99.9, y LU14 Radio Provincia de Santa Cruz.
Crédito portada: Ricky Villagra.