LA NACIÓN/Mariela Arias.-

Tiene 43 años y es el líder del gremio petrolero, desde donde construyó su poder; se define como peronista, pero jugó en alianza con un sector de Pro y la UCR.

EL CALAFATE.- En poco más de diez años, Claudio Vidal pasó de combativo delegado petrolero en Las Heras a gobernador electo de Santa Cruz. Es una consecuencia de la crisis de liderazgo en la que quedó inmerso el kirchnerismo que no supo encontrar a un sucesor para su legado político en el pago que los vio nacer. Vidal, de 43 años, se convirtió en el hombre que pasará a la historia por haber destronado a los Kirchner en su propia cuna.

La conquista de anoche empezó a tejerse hace dos años, cuando una madrugada casi tan helada como la de hoy, Vidal se impuso por casi 1000 votos al candidato kirchnerista en las elecciones de medio término y conquistó una banca para diputado nacional en la cámara baja. Esa noche asumió que los tiempos para llegar a la gobernación de Santa Cruz se habían acelerado. Era su segunda elección en política y la primera por fuera del kirchnerismo, en ese momento interpretó que solo crecería cuando lograra diferenciarse del kirchnerismo, y no bajo su sombra.

“Hablamos de terminar con lo que está mal, un estado colapsado, lleno de malos vicios en donde gobierna la corrupción, donde claramente trabajan para unos pocos en perjuicio de la totalidad. Se tiene que terminar”, afirmó Vidal en uno de los momentos más duro de su discurso en el cierre de su campaña el jueves pasado en Caleta Olivia, el corazón del polo petrolero que le dio sus votos.

Vidal no es un acérrimo opositor al Frente de Todos y nació en la política con el kirchnerismo. Fundó en 2018 el partido SER desde el corazón del sindicato petrolero que dirige desde 2013. En 2019 fue candidato a gobernadora dentro del Frente de Todos y aportó su caudal de votos para darle la reelección a Alicia Kirchner. En esa elección, su fuerza política obtuvo tres diputados provinciales, un intendente y concejales, de apoco su partida empezaba a ser mucho mas que una expresión de deseos. Hasta julio de 2021 fue un aliado estratégico del kirchnerismo, sin embargo, a partir de esa elección, sus caminos del kirchnerismo empezaron a separarse.

El hoy secretario general del sindicato petrolero y diputado nacional nació en Comodoro Rivadavia y ya de adolescente emigró hacia Río Gallegos en busca de un futuro posible. Vivió en el Barrio Evita, -una populosa barriada de Río Gallegos- y hasta vendió pescados puertas a puerta a junto a su novia de ese entonces, según contó esta madrugada su tía materna mientras aguardaba el anuncio del triunfo en el búnker partidario. La mujer, hermana de su madre, relató con emoción que la infancia del ahora gobernador electo estuvo colmada de privaciones.

Tras ejercer diversos empleos, Vidal logró ingresar al rubro petrolero, una de la aspiraciones de la juventud local. A la fuerza hizo carrera y fue designado delegado en una empresa de Las Heras. Lideró una de las protestas y empezó a hacerse conocido en la zona norte de la provincia. Y de a poco su figura empezó a crecer, al punto que en 2013 se animó a desafiar a la conducción histórica y ganó la interna del Sindicato Petroleros y Gas Privado de Santa Cruz. Desde entonces es secretario general.

Con base en el sindicato petrolero amplió su plataforma electoral, construyó gimnasios, llevó ayuda social a los barrios, edificó escuelas y marcó presencia en toda la provincia con acciones sociales. En esos primeros años al frente del sindicato, un enfrentamiento entre el gremio que él dirigía y la Uocra terminó con la muerte de un joven y cinco heridos. En esos días, en el marco de una causa en la que se investigaba a miembros del sindicato por portación y tráfico de armas, Vidal quedó detenido. Con los años, el dirigente fue sobreseído en la causa judicial.

Vidal vive rápido. Tras ganar su primera elección interna en el sindicato, decidió dar un paso a la política santacruceña y en 2018 convocó a su lado al exgobernador Sergio Acevedo, como su mentor y consejero político. Acevedo cuenta con una abultada trayectoria política: fue intendente, diputado provincial, diputado nacional, vicegobernador y gobernador de Santa Cruz entre 2003 y 2006 año que renunció enemistado con los Kirchner. Lo hizo luego que su gestión se viera debilitada durante una revuelta de delegados petroleros en Las Heras que le costó la vida a un policía.

En la elección de 2021, Vidal, titular de un gremio con más de 8000 afiliados en la provincia que se encuentran entre los salarios mejores pagos del país, tiene su principal caudal político en las localidades petroleras, pero también construyó espacios de poder en la Cuenca Carbonífera donde tiene sede la empresa Yacimientos Carboníferos Río Turbio, de la cual fue interventor Aníbal Fernández. Ambas localidades, en las que siempre se imponía el kirchnerismo, en los últimos años empezaron a encontrar en él un referente.

Se define como peronista. Eligió un radical como compañero de fórmula, Fabián Leguizamón, con historia en Río Gallegos, la pata que necesitaba para construir capital político en la capital santacruceña. Anoche se abrazó a él y convocó “a cerrar las grietas, por eso estamos aquí un peronista y un radical”. Demostró que a la hora de construir consensos, se afianza tanto en los peronistas tradicionales como Acevedo o radicales como el exintendente de Caleta Olivia, Facundo Prades o los hermanos José María y Antonio Carambia, con peso propio en Las Heras y hoy referenciados en el Pro.

Desde el sindicato construyó mutuales para el sindicato, construyó gimnasios, escuelas modelos — en una provincia con una profunda crisis educativa — y hasta inauguró este año un feedlot en una campo del sindicato para producir carne de calidad que abastezca a las proveedurías del sindicato. Anoche prometió convocar a todos para gobernar, pero aclaró que quiere “gente nueva, honesta y con sentido común”. Después de 32 años, al menos por ahora, no habrá influencia de los Kirchner en el poder santacruceño.