LA NACIÓN/ Ana Tronfi - Mariela Arias.-

CHUBUT/SANTA CRUZ.- En un cierre inesperado y bajo el paraguas del “pragmatismo político”, Juntos por el Cambio cerró filas en Chubut con el secretario general de los Petroleros Privados, Jorge “Loma” Ávila. El dirigente gremial, quien históricamente estaba alineado con el justicialismo, ya prepara su candidatura a diputado nacional por la alianza opositora, que al mismo tiempo mantiene conversaciones y se acerca a un acuerdo en Santa Cruz con el secretario general del Petróleo y Gas Privado, Claudio Vidal, aliado de Alicia Kirchner en las elecciones de 2019. Las alianzas amenazan con destronar al peronismo, que gobierna Chubut desde 2003 y Santa Cruz desde 1983.

En Chubut, el calendario electoral sigue siendo un misterio: el gobernador Mariano Arcioni tiene hasta el 29 de abril para definir si adelantará los comicios para el 30 de julio, en un intento por contrapesar la escalada de la figura de Ignacio Torres, candidato de Pro a gobernador y actual senador. Torres salió airoso en la elección de intendente de Trelew, la primera registrada en esta provincia y en donde el triunfo fue para su postulante, Gerardo Merino, un veterinario sin experiencia previa en la función pública.

Tras la victoria, fue el propio Torres quien selló públicamente el acuerdo con los petroleros: “Necesitamos dirigentes como Ávila en el frente de Juntos por el Cambio”, aseguró. Sostuvo que el frente provincial necesita el aporte de dirigentes sindicales que pelean por resguardar el trabajo y la generación económica, y que seguramente habrá “un acuerdo programático para empoderar al sector”.

Torres dijo que “fue el propio gremio el que levantó la bandera para resguardar el trabajo y el motor económico de la provincia” y agregó: “Necesitamos dirigentes como Ávila en el frente. ¿Cómo no nos vamos a acercar?”. El senador sostuvo que “en ningún momento Ávila pidió un cargo”, pero “habrá un acuerdo programático para empoderar al sector”. Con el sindicalista petrolero “hubo una charla, . Hay que tener acuerdos programáticos de cara al gobierno que viene”, dijo.

Indefinición en el PJ y el Frente Renovador.

El anuncio de la posible postulación de “Loma” Ávila a diputado nacional por Juntos por el Cambio en Chubut generó revuelo no solamente en las filas del radicalismo sino también dentro del propio peronismo de Chubut. El demorado cierre de acuerdos tanto dentro del Frente de Todos -el actual intendente de Comodoro, Juan Pablo Luque, encabezaría la fórmula- y como en el Frente Renovador de Arcioni, deja por el momento el terreno liberado a la avanzada de Juntos por el Cambio, que sueña con ganar un distrito justicialista desde hace mas de 20 años.

La decisión de Ávila, secretario general de uno de los gremios de mayor peso en el sur de Chubut, fue una bomba para el justicialismo. El sindicato respaldó las campañas y gestiones de Néstor y Cristina Kirchner, y lo mismo hizo con Alberto Fernández.

La historia de Ávila comenzó a hacerse conocida cuando protagonizó la toma de Terminales Marítimas Patagónicas (Termap), en octubre de 2005, cuando el sindicato era conducido por el cuñado de Ávila, Mario Mansilla. Se trató de una fuerte disputa salarial que después de varios días de toma terminó con éxito para el gremio y agrandó la figura de Ávila, quien luego formó la agrupación 7 de octubre, en alusión a la victoria en aquel reclamo.

En 2013, Ávila terminó enfrentando a Mansilla en una histórica interna en la que votaron más de 9000 afiliados y lo venció por 500 votos. A lo largo de estos 10 años, desde su rol de líder sindical, Ávila accedió a los más importantes ámbitos de poder y siempre trascendieron sus fotos con los presidentes de turno y sus negociaciones en búsqueda de medidas nacionales que aseguren la paz social en la cuenca de la zona sur. En materia política, históricamente se referenció en el peronismo y en la línea de Néstor y Cristina Kirchner.

Agenda estratégica con Vidal.

Todo indica que el pase de Ávila no será la única sorpresa. La semana pasada y en un paso estratégico previo, Ávila se mostró junto a su par de Santa Cruz, Claudio Vidal. El chubutense planteó que es posible una alianza con SER, el partido de Vidal, “para defender la Cuenca”, marco en el que señaló que “hay que buscar la unidad y dejar de pelear por intereses para ver a quién le va mejor, si a Chubut o a Santa Cruz”.

“La Cuenca del Golfo San Jorge es una sola. Si trabajamos unidos, podemos sacar esto adelante”, dijo Ávila desde la localidad santacruceña de Pico Truncado, donde acompañó el acto convocado por su par del Sindicato Petrolero y Gas Privado de Santa Cruz. “Siempre se habla desde la política y después no se concreta. A nosotros nos interesa poder darle trabajo a la gente, trabajando siempre fuerte para darle prosperidad, de ahí que vemos la oportunidad de hacer una alianza con el SER”, agregó.

De la mano de su sólido caudal de votos y con una carrera política vertiginosa, el petrolero Vidal podría convertirse en el gran elector en Santa Cruz. La moneda está en el aire y las conversaciones se encuentran abiertas tanto con el Frente de Todos como con Juntos por el Cambio, aunque Vidal mantiene abierta la tercera vía: ser candidato a gobernador por su propio partido fuera de toda alianza.

El petrolero se convirtió en una moneda preciada dentro del escenario santacruceño. El kirchnerismo intenta convencer a Vidal que vuelva a repetir la elección de 2019 y sea parte del frente electoral que llevó a Alicia Kirchner por segunda vez a la gobernación. En aquella oportunidad, y por la vigencia de la ley de lemas, los votos que cosechó Vidal terminaron sumando para Alicia Kirchner. Sin embargo, las conversaciones están empantanadas: Vidal solo acepta ser candidato a gobernador y desistió de la oferta de la senaduría, según pudo reconstruir este medio.

Lo que decidirá el petrolero y el sistema electoral con el que votará Santa Cruz son las dos incógnitas abiertas. El kirchnerismo tiene la llave para definir la fecha de la elección y si modifica la Ley de Lemas, el engañoso sistema que rige en la provincia y que en las últimas tres décadas sufrió cambios a conveniencia del oficialismo.

Este sistema permite que varios candidatos a un mismo cargo, aún con visiones enfrentadas, compitan dentro de un mismo partido político. Todos los votos se suman y se impone el que más votos junte dentro del lema. En 2019, Alicia Kirchner consiguió la reelección con los votos que aportaron Vidal y el intendente de El Calafate Javier Belloni. Pero ni siquiera en la noche del triunfo hubo un acto o foto conjunta. Apenas un agradecimiento tibio.

Vidal no quiso repetir esa postal y en 2021 ganó la banca para diputado nacional por fuera del kirchnerismo.

Desde la mesa chica de Cambia Santa Cruz juran que aún no hay un acuerdo formal con Vidal. Señalan que aún no están definidas las reglas del juego y que el kirchnerismo, con mayoría en la Legislatura, tiene la potestad para modificarlas.

El candidato natural a la gobernación es desde 2007 el radical Costa. En 2019 aseguró que había sido su último intento, aunque este año podría volver a postularse. En 2015 fue el candidato más votado individualmente, pero Alicia Kirchner se impuso porque sumó los votos de Daniel Peralta, en ese entonces también enfrentado al kirchnerismo.

De repetir el esquema del 2019, las elecciones serían desdobladas y con ley de lemas: gobernador en agosto y categorías municipales en octubre. De esta forma, garantizarían que los intendentes que se postulen a cargos legislativos y pierdan, tengan la opción de competir por el premio consuelo, las intendencias. Sin embargo, si Vidal confirma su alianza con Cambia Santa Cruz, el kirchnerismo se vería tentado a sacar la ley de lemas para la categoría a gobernador, lo cual obligaría a cada lema a definirse por un solo candidato que traccione lo suficiente para imponerse a lo demás.

La moneda está en el aire.