SANTA CRUZ.- En el marco del conflicto con los gremios docentes que hoy realizaron medidas de fuerza en rechazo a la oferta salarial del Ejecutivo, el gobierno anunció que liquidará los sueldos con el incremento del 4% y la cláusula gatillo a los docentes representados por los dos gremios en conflicto. Así lo informó el Consejo de Educación en un parte de prensa emitido esta tarde.
Cabe consignar que hoy los docentes iniciaron el ciclo lectivo con paro de actividades en el caso de ADOSAC por considerar "insuficiente" la oferta oficial, en tanto los docentes técnicos nucleados en AMET pararon porque a pesar de haber aceptado la propuesta el aumento no había sido liquidado para que se perciba con los sueldos de febrero.
Los dos gremios que representan a los trabajadores docentes resolvieron no iniciar las clases el primer día de inicio del ciclo lectivo, aunque por motivos diferentes.
Mientras ADOSAC rechazó el aumento ofrecido por el gobierno por "insuficiente", AMET paró porque a pesar de haber aceptado la propuesta, el aumento no iba a ser liquidado con el sueldo de febrero. En medio del conflicto ayer domingo el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
La ADOSAC consideró que la propuesta de 4% de aumento con cláusula gatillo hasta junio, era insuficiente, y pidió que se les otorgue un incremento equivalente al menos equivalente al costo de la canasta familiar que mide el INDEC para la Patagonia que en enero fue de 5,9%.
Los docentes también exigen que la cláusula gatillo quede de forma permanente, y que se deje sin efecto la implementación de la jornada extendida por inconsulta.
En este contexto la asamblea provincial votó un paro por 48 horas a partir del lunes 27 de febrero, día de inicio de clases.
Por su parte AMET, que había aceptado el ofrecimiento del gobierno, de un incremento de 4% en enero más cláusula gatillo hasta junio, también decidió no iniciar las clases reclamando que el aumento pactado se le abone a los maestros con el sueldo de febrero.
El domingo el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, y convocó a las partes a una audiencia el miércoles a las 13.00 horas.
De este modo y como viene sucediendo desde que Alicia Kirchner asumió la gobernación en diciembre de 2015, Santa Cruz no tuvo un comienzo regular de clases a raíz de la falta de acuerdo entre el Consejo de Educación y los gremios respecto de la actualización de los salarios de los maestros.
La oferta que ADOSAC consideró insuficiente, y la cifra engañosa que provocó malestar entre los maestros.
La oferta del gobierno consiste en la aplicación de una cláusula gatillo que significa que los sueldos aumenten mensualmente en el mismo porcentaje que la suba de la inflación medida por el INDEC, más un 4% retroactivo a enero.
Como la inflación de enero fue de 5,9% el aumento ofrecido es de 9,9 %. Con esta base de cálculo, el gobierno se apuró a comunicar públicamente las nuevas cifras salariales que cobraría un docente a partir del sueldo testigo de un maestro aunque para adornarla le sumó el horario extendido de una hora más por jornada.
La Agencia oficial de noticias, AMA, difundió que con la propuesta oficial el cargo testigo de maestro de grado cobraría en Febrero $133.482,53, con Jomada Extendida de 1 hora «más $12.100,00 del incentivo docente a partir del mes de enero, el sueldo de bolsillo quedaría en $145.582,53″, se leyó en el parte oficial.
Los docentes sostienen que con el aumento ofrecido el sueldo de un maestro de grado ingresante que hoy cobra 104 mil pesos , apenas superaría los 116 mil pesos, lo que está muy lejos de sus pretensiones de que el sueldo mínimo de la docencia alcance al menos los 163 mil pesos que cuesta hoy la Canasta Básica Total.
Cabe consignar que el deterioro de los salarios de los maestros y de los empleados públicos en general en Santa Cruz, se debe a que desde la asunción de Alicia Kirchner en diciembre de 2015, los sueldos aumentaron por debajo del índice de inflación -a excepción del año pasado- y que en 2017 los sueldos quedaron congelados y no se realizaron paritarias.
El 2023 es el octavo año de la gestión de Alicia Kirchner, y una vez más el comienzo de clases no será normal en Santa Cruz, y dependerá del grado de adhesión que tenga la medida de fuerza.