Continúan los estudios sobre el reciente sismo ocurrido en la madrugada del 13 de octubre en la localidad de El Calafate (Santa Cruz); el cual produjo daños materiales menores en las edificaciones, como consecuencia del temblor y la repentina aceleración del suelo. Como se ha comentado reiteradas veces en los últimos días, la falta de estaciones sismológicas en la zona sur de Argentina supone un problema para la obtención de información sísmica y de parámetros precisos.
Según diferentes redes de monitoreo sismológico (INPRES, USGS, POTSDAM, Red Geocientífica de Chile), los datos reportados del sismo fueron variados: magnitud entre M5.2 y M5.4, una profundidad (hipocentro) de entre 10 y 20kms y una ubicación del epicentro, que difiere según la fuente, registrándose tanto a unos cerca de 3 km al noreste de El Calafate; como también, a unos 20 km más hacia el oeste. Por otra parte, fueron detectadas desde el evento principal, hasta el día de la fecha, más de 20 réplicas de magnitudes menores a M 4.0, aunque solo fueron comunicados por la Red Geocientífica de Chile.
Con el objetivo de comprender mejor las características del sismo y sus implicancias en el contexto geológico de la región, científicos de la Universidad de Río Negro y de la Universidad de la Patagonia Austral, están trabajando tanto en la zona del sismo como de manera remota con información satelital.
Si bien se reportó que el sismo tuvo un epicentro al noreste de la población local, junto al Doctor en Física Dominique Derauw (IIPG-UNRN) y al geólogo Dr. Darío Orts (IIPG-UNRN) proponemos como ubicación principal de la deformación en superficie, a un área ubicada a unos 20 kilómetros hacia el oeste de El Calafate. En ese sector fueron identificadas diversas evidencias, producto del sismo como: caídas de rocas, fracturas, licuefacción de suelos, entre otras.
A su vez, mediante el uso de imágenes satelitales de radar se pudo registrar con gran precisión un levantamiento concéntrico del terreno de hasta 7 cm, afectando a un área de aproximadamente más de 40 km2 (ver imagen de abajo). Para dicho cálculo se utilizaron imágenes radar adquiridas por el satélite Sentinel-1 de ESA (Agencia Espacial Europea) y luego fueron procesadas por la metodología de interferometría diferencial (DInSAR) que es capaz de detectar movimientos del orden milimétrico.
Sin duda, la región del Lago Argentino es una zona sísmica con fallas geológicas activas que ocasionalmente dan origen a sismos perceptibles. Se debe tener en cuenta que, en el pasado, han ocurrido sismos similares e incluso mayores como el del 4 de agosto de 1959 con una magnitud de M 6.1 cuyo epicentro se localizó a 40 km al Sudoeste de El Calafate (https://www.usgs.gov); siendo esperable la ocurrencia de sismos con magnitudes similares en el futuro. Por lo tanto, es de vital importancia contar con un buen número de instrumentos de monitoreo, identificar las estructuras geológicas activas, y contemplar la posibilidad de fenómenos naturales secundarios, como deslizamientos y daños en las estructuras edilicias de la zona.
Referencia de la foto de portada
Imagen de un interferograma diferencial de la región del Lago Argentino asociado al evento sísmico. La zona coloreada (marrón claro) representa la zona de deformación, registrando las mayores amplitudes en el centro (área punteada roja) de unos 6 a 7 cm en la vertical. Obsérvese las imágenes y ubicación de las fracturas en el puente del Río Centinela (1), las caídas de rocas en el Cerro Comisión (2) y el epicentro del 13/10/21 reportado por la USGS (estrella amarilla).
* Doctorado en Ciencias Aplicadas.
CIT SANTA CRUZ. (UNPA-CONICET).