LA NACIÓN/Mariela Arias.-
SANTA CRUZ.- Es menuda, hiperactiva y dueña de una gran intensidad que desparrama a cada paso. Así es definida por su entorno la diputada nacional radical Roxana Reyes, que se consolidó este domingo como la nueva referente de la oposición política en Santa Cruz. Si los guarismos de las PASO se repiten en noviembre, no solo le permitirán renovar su banca sino también la colocarán como una figura firme en la carrera por la gobernación en el 2023, que anoche inició una cuenta regresiva.
Algo de esa electricidad se vivió anoche en la sede del comité radical de Río Gallegos, cuando los datos electorales ya eran una certeza y para la oposición local tenía sabor de doble victoria al vencer a un peronismo que se presentó con dos plataformas: el Frente de Todos, respaldado por el aparato político del gobierno provincial de Alicia Kirchner, y SER, Somos Energía para Renovar Santa Cruz, el partido montado sobre la estructura gremial del sindicato petrolero al que se sumó el exgobernador Sergio Acevedo.
Con el 99,20% de los votos escrutados, el frente Cambia Santa Cruz fue votado por el 38,6% de electorado: unos 58.504 votos. Se impuso así al Frente de Todos, que obtuvo 26,46%, reflejado en 40.111 votos, y a SER, que llegó al 23,43%, que representan 35.511 sufragios. El cuadro se completa con el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que sacó el 7,85%, con 11.902 votos, y al Socialismo-MAS, con 1,74% y 2649 apoyos.
Reyes se convirtió así en la catalizadora del triunfo al imponerse entre los seis sectores internos que compusieron el frente electoral y ahora sabe que tiene sobre su espaladas la responsabilidad de asumir el espacio vacante que dejó el senador nacional Eduardo Costa, quien desde que en el 2007 irrumpió en la política ganó tres elecciones de medio término al kirchnerismo, pero no logró alcanzar la mayoría para la gobernación. El año que estuvo más cerca fue 2015: pese a ser el candidato más votado, no pudo asumir por la vigencia de la Ley de Lemas en Santa Cruz.
Ahora Costa asumió un nuevo rol en el frente opositor: promover nuevas figuras políticas y trabajar por un frente electoral de consenso. Por esa razón anoche vivió al triunfo de Reyes como propio. “Le ganamos al kirchnerismo en una provincia donde está la maqueta del autoritarismo, donde se violan los derechos y las libertades”, sostuvo Reyes. A su lado estaba Costa, a quien le dedicó palabras de agradecimiento.
Al bunker radical llegaron los otros contendientes del frente electoral que sumaron a los votos de Reyes y, entre aplausos y ovaciones, se fundieron en un abrazo el concejal Leonardo Roquel, el exinterventor de YCRT Omar Zeidán, los tres radicales; junto a Gabriela Mestelán, del partido provincial Encuentro Ciudadano; Martín Bocco, de Pro, que estuvo acompañado por la interventora del partido Silvana Giudici; y Pedro Márquez, de NOS.
Con la cabeza más fría, este lunes Reyes almorzó con el senador Costa y la mesa chica de asesores, analizaron números y debatieron los pasos a seguir: el primero es el desafío es llegar al piso del 40% en noviembre, que les permitiría retener dos de las tres bancas en juego; el segundo es la gobernación, en 2023. El entorno de Costa asegura que el triunfo no es fruto de la casualidad y evalúan que responde a años de trabajo orgánico y a la consolidación de equipos.
En ese sumar al trabajo en equipo fue que, en 2015, Reyes llegó a su primer cargo electo como diputada provincial, banca que ocupó hasta el 2017, cuando fue electa diputada nacional. Ahora quedó cerca de renovar la banca.
De padre farmacéutico y madre docente, Reyes es “nyc”, nacida y criada en Santa Cruz, aunque en los ´80 se fue a Buenos Aires a estudiar abogacía en la Universidad de Belgrano. En esa época se sumó a la primavera alfonsinista y a las filas radicales, pero sin una militancia activa. Al regresar a Río Gallegos, junto a su hermano consolidó su carrera profesional y recién en 2015 se decidió por levantar su perfil político
A sus asistentes les cuesta seguirle el ritmo para atender todos sus requerimientos, desde su trabajo en la Cámara alta hasta los pedidos que reciben en sus redes sociales, que suele responder personalmente. Nada parece frenarla, como cuando en uno de los momentos más duros de la cuarentena y con el país incomunicado manejaba su auto, sola, los 2600 kilómetros que separan Río Gallegos del Congreso nacional.
“No vamos a avalar la concentración de poder que ocurre en el país, sin servicio de Justicia, lluvias de DNU y el Congreso paralizado. No hay ningún obstáculo insalvable para que podamos reunirnos de manera presencial guardando los protocolos sanitarios que correspondan”, publicó Reyes en sus redes antes de iniciar uno de esos viajes. A 600 kilómetros de Río Gallegos volcó en su auto. La socorrieron, se repuso y siguió viaje. Fue el 26 de abril del 2020. Repitió el viaje varias veces más ante la ausencia de vuelos.
Al igual que Costa, recorre la provincia varias veces al año en auto, la única forma de acceder a las localidades alejadas de Santa Cruz. En su discurso tiene un tono directo y confrontativo, y suele repetir que no le teme a nada, pese a haber sufrido dos ataques: ingresaron a su casa y a su computadora y fue amenazada a través de las redes sociales.
“La gente no quiere un plan social, quiere trabajar. Santa Cruz tiene muchas riquezas; habría mucha gente que podría trabajar si existieran los espacios para hacerlo”, repite en las innumerables reuniones de campaña. Promueve ahora un registro nacional de jóvenes desocupados para poder conocer formación y necesidades. Es uno de los 140 proyectos que presentó en los dos últimos años en la Cámara baja, donde preside la comisión de Familia, Niñez y Juventudes.
Como madre de tres hijos –uno fallecido en 2020– la educación es una de sus banderas. Denunció el estado de las escuelas en Santa Cruz, presentó proyectos provinciales y nacionales y encaró un relevamiento de las condiciones edilicias.
Foto: Prensa Roxana Reyes