EL CHALTÉN.- 45 chicos y adolescentes de entre 6 y 18 años reciben clases de apoyo escolar en el Merendero Los Niños y Niñas Primero, donde además les sirven una merienda nutritiva. Es gracias a la iniciativa de un comerciante gastronómico local al que se sumaron otras voluntades solidarias. "Es nuestro granito de arena en esta atípica realidad que en El Chaltén tiene a centenares de familias sin trabajo real y permanente", explicaron.
Raúl Casco es el responsable de Estepa Restó Bar El Chaltén, y gestor inicial del merendero "Los Niños y Niñas Primero, Programa educativo detrás de la olla", que nació en medio de la pandemia de Covid para contribuir a paliar los efectos de la crisis en aspectos sensibles, como la educación y las consecuencias económicas por la falta de trabajo.
45 chicos y adolescentes de entre 6 y 18 años concurren al merendero para recibir clases de apoyo y una merienda consistente en una copa de leche, con variedades de panificación y productos varios todos elaborados por profesionales gastronómicos con insumos donados por padres y vecinos.
El proyecto se lanzó el 3 de mayo y se vio interrumpido por las nuevas restricciones impuestas por el decreto provincial 0582/2021.
¿Cómo surgió la idea de llevar adelante una empresa solidaria, sin más recursos que la voluntad de ayudar? La crisis económica producto de la suspensión de la temporada turística, y la falta de actividad escolar fueron entre otras las razones que motorizaron el proyecto.
"Vemos día a día como están los precios, esta temporada solo sirvió para pagar algunas deudas. Un litro de leche en Chaltén cuesta de 120 $ para arriba. Los chicos con suerte cuentan con 2 días a la semana de clases. No se dá la copa de leche en los colegios. Los padres no todos estamos preparados para enseñar a nuestros hijos. En Chaltén no hay datos móviles y no todos los vecinos tienen Internet", cuenta Raúl.
"Nos reunimos con el rector del Secundario, Jorge Pedraza, el director del Primario Nocturno para Adultos, Roberto Molina, con el profe de Historia, Ignacio Moreno, con la maestra de Inicial, Micaela Semino y con el Doctor Dante Ardenghi. Con ellos lanzamos el merendero comunitario y centro de apoyo escolar, "Los Niños y las Niñas Primero", recuerda Raúl.
Agrega que "Luego se sumaron más profesores y padres, el profe Eduardo Barbero de Física y Matemáticas; Lorena Perez profe de música, Cecilia Rebellato de Inglés, Ricardo Acosta de Dibujo y Arte, Romina Alem de apoyo escolar Primario, Antonella Marangelli de apoyo escolar hasta Cuarto Grado, Yamila Koca de apoyo Inicial, el chef, Juan Navarro, que nos cocina y la congregación de la iglesia evangélica local".
"Hay quienes concurren al merendero solo por las clases de apoyo. Hoy cubrimos primario completo y secundario. Obvio nos puede faltar alguna materia, pero estamos sumando día a día nuevas actividades", comentó Casco.
¿Cómo financian insumos, y los costos que demandan el uso de instalaciones, insumos para la merienda y el pago de docentes para las clases de apoyo?
"Esto funciona de lunes a lunes de 15 a 19 horas. Todos los días hay actividades y una merienda que es aportada por vecinos, padres y algunos comerciantes locales. Incluso llegamos a recibir aportes de vecinos de El Calafate y de los jubilados del Banco Santa Cruz.
"Hoy atendemos a un o de 45 chicos entre 6 a 18 años", cuenta Raúl con orgullo y con la tranquilidad de que con su aporte ayuda a los que quedan más desprotegidos por el impacto de la pandemia.
"Para nosotros no es nuevo", agrega, y recuerda, "venimos trabajando desde la creación del primer comedor comunitario además de diferentes acciones en esta pandemia como la amasada solidaria de fin de año 2020 cuando llegamos con pan dulce a 300 familias, y colaboramos con el comedor comunitario municipal", detalla Raúl.
El Estado ausente, con aviso
El 27 de abril los vecinos y los padres que participan del proyecto enviaron una nota a las autoridades municipales, Concejo Deliberante, el COE y a los responsables del Puesto Sanitario, comunicándoles la inauguración del merendero, "Con el fin de aportar nuestro granito de arena en esta atípica realidad donde contamos en El Chaltén con centenares de familias sin trabajo real y permanente", explicaron.
Informaban además que el merendero funcionaría en en Estepa Restó Bar EL Chaltén, un ámbito acondicionado para que concurran los chicos, con todas las condiciones de bioseguridad exigidas por los protocolos sanitarios.
Al mismo tiempo solicitaban asesoramiento en el caso de ser necesario o de existir algún tipo de requerimiento por parte de los estamentos públicos, a quienes también pidieron que de ser posible aporten alguna colaboración para el funcionamiento del merendero.
La misiva no solo no tuvo respuesta formal, sino que ninguna autoridad u organismo se contactó con los responsables del merendero.