Por Esteban Lehue
Para los amantes del café, una taza es más que solo una bebida. Tomarlo es disfrutar de un ritual lleno de sabores, sensaciones y momentos. Así lo sienten Jessica Abadi y Federico Cherñavsky, quienes durante este 2020 comenzaron con la experiencia de Calafate Coffee Roasters, un emprendimiento que transmite las sensaciones del Trópico a la Patagonia.
Ambos están en El Calafate desde hace 5 años. Antes de instalarse aquí residieron en Cuzco (Perú), durante un año y medio.
“Nosotros somos muy de lo sensorial. Siempre nos gustó probar cosas nuevas de comida o bebidas. Viajar y conocer otros lugares nos abrió la cabeza”, cuenta Jessica sobre los viajes.
El proyecto de tostar café surgió como idea hace dos años, aunque empezó a materializarse este año. “Yo soy muy cafetera. Me gusta disfrutar el momento del café a la mañana o en cualquier momento. Acompañarlo sentándose a leer un libro o ir a una cafetería y mirar a la gente pasar. Eso me encanta”, detalla.
“En algún que otro viaje nos cruzamos con algún tipo distinto y empezamos a indagar. Ahí nos metimos con el café de especialidad, que es la tercera ola del café”, cuenta y dice que esta tendencia busca resaltar los atributos del producto a través de un consumo responsable.
“Cada cosa que íbamos averiguando nos iba entusiasmando un poco más y de repente nos tentamos con la idea de tostarnos nuestro propio café, porque acá en El Calafate todavía no se conseguía”, señala Jesica y dice que compraron una tostadora pequeña.
“Empezamos a tostar nuestro propio café. Al principio nos llevábamos bastantes chascos, porque al ser autodidactas muchas veces pasa eso. Fuimos aprendiendo y llegó el momento en el que estábamos muy conformes. Ahí se lo dimos a probar a una amiga al principio de la cuarentena”, cuenta sobre el inicio del proyecto, en plena pandemia. A partir de allí se animaron a compartirlo con más gente.
El proceso del Tostado
El café crece solo crece en países tropicales. En Sudamérica, por ejemplo, hay dos grandes productores como Colombia y Brasil, cuyo café es el más consumidos por los argentinos. Calafate Coffe Roasters también trabaja con granos de México y Etiopía.
Para conseguir los “granos verdes” trabajan con distribuidores, que son importadores de Buenos Aires. El tostado lo realizan en una maquina especial que tiene una tolva que gira, como si fuese un lavarropas, a la que le se le puede regular el calor que recibe, el flujo de aire caliente que pasa por los granos, y la velocidad.
El tostado tiene diferentes etapas. Primero se deshidrata el grano que libera su humedad, y pierde cerca del 10% de su peso. El grano va modificando su color, cambiando de verde a amarillo, y luego pasa a tonos marrones.
“Momentos previos al final del tueste, hay un momento muy esperado, que lo llamamos primer crack. Se produce una acumulación de dióxido de carbono y vapor de agua dentro del grano. Cuando la presión es demasiada, se genera una pequeña explosión, generando sonidos similares a al pochoclo cuando explota”, relata, por su parte, Federico sobre el momento mágico que culmina el proceso.
Por ahora no han tenido problemas para conseguir la materia prima y la idea es expandirse con nuevas herramientas y conocimientos.
“El café un poco te teletransporta a otros lugares. Tal vez en una taza tenés aromas o sabores que no consumimos a diario. El café de Etiopía que tenemos, por ejemplo, tiene un aroma a rosas que es increíble y no es algo que tal vez te esperarías en una bebida”, cuenta Jessica , que junto Federico, siguen esforzándose todos los días para ofrecer esas sensaciones que viajan desde el trópico a El Calafate, en el sur de la Patagonia.
Para contactar a Calafate Coffe Roasters:
Instagram: https://www.instagram.com/calafatecoffeeroasters/?hl=en
Teléfono: 02966-157059
Tienda virtual: https://calafatecoffeeroasters.mitiendanube.com/productos/