PIEDRA BUENA.- Jesica Minaglia fue atacada de manera sorpresiva y a traición por su expareja Pablo Nuñez entre las 19.30 y las 21.30 horas del 14 de abril. No se pudo defender, intentó alcanzar la puerta para pedir ayudar, pero tras sufrir pérdida de sangre y agonía, falleció esa madrugada. Aún no hay testigos que lo hayan visto al cabo de policía en la casa, pero las imágenes de las cámaras de seguridad identificaron tres viajes al domicilio de la víctima durante la noche del crimen y diferentes indicios colectados en la instrucción lo sindican como autor del hecho.
Así lo reconstruyó la jueza de instrucción de Puerto Santa Cruz, Noelia Ursino, quien procesó al cabo primero de la policía Pablo Nuñez como autor material y penalmente responsable del "femicidio doblemente agravado" de Jesica Minaglia, por lo cual deberá permanecer en prisión preventiva. La magistrada hace hincapié en que la joven era víctima de violencia de género de parte de su pareja durante la relación que había cesado hacía pocas semanas, hecho que Nuñez se negaba a aceptar.
En el auto de procesamiento la jueza Ursino concluye que con la única persona con la que Jesica tenía problemas era con Nuñez con quien vivió una relación conflictiva la cual se encontraba embebida en situaciones de violencia de género, violencia que se extendió mas allá del final de la relación.
Quizás uno de los costados más contundentes del fallo son los indicios que marcan el perfil del presunto asesino en el que se describe que la escena del crimen, "resulta cerrada y organizada", escribió la jueza Ursino en la causa.
Describe que "el autor de la escena podría tratarse de un tipo de perfil que presenta características como el control del carácter, falta de actitud empática, frialdad emocional, organizado, ordenado, detallista, meticuloso, que planifica cuidadosamente sus actos".
La jueza considera que a lo largo de la instrucción se encuentra acreditado que Nuñez "no aceptaba el final de la relación con Minaglia que la acosaba permanentemente, irrumpía en el domicilio de Jesica en busca de pruebas d euna supuesta infidelidad, la llamaba continuamente por teléfono, la amenzaba diciéndole que no lo obligue a ir a hacer lo que no quería, permanentemente intentaba volver a vivir al domicilio de Minaglia y retomar la relación llegando a llamar a Gonzalez (la madre de Jesica) para que interceda a su favor o presionando a Jesica para que abandone el domicilio y se vaya a alquilar a otro lugar, además de ejercer durante la relación violencia verbal y económica".
La causa deja como supuesto que el video de la canción "Amor secreto" publicado por otra persona en el muro de facebook de Jesica desencadenó la reacción de Nuñez.
El 14 de abril, el cabo primero de la policía se dirigió, por lo menos, tres veces al domicilio que había compartido con Minaglia entre las 19.30 y las 21.30 primero en su camioneta Toyota Hilux y luego de un cambio de vehiculo en el Ford Focus de su hermano.
La jueza detalla que Nuñez es numerario de la División Comisaria Seccional Primera de Piedra Buena lugar donde se encuentra el centro de monitoreo por lo que conocía todos los lugares donde hay cámaras de seguridad en aquel centro y para que lugares apuntan los domos. En una de las ocasiones, documentan que Nuñez atravesó un domo a bordo del ford focus de su hermano con las luces apagadas. El resto de los recorridos, los pudieron reconstruir a partir de las cámaras de seguridad privada de otros vecinos.
"Es en ese lapso de tiempo que se produce el ataque que termina con la vida de Jesica Minaglia surgiendo palmariamente que el hecho fue perpetrado por Nuñez", afirma la jueza. Antes del primer viaje a la casa de la víctima, Nuñez le pide que le deje una noche más al niño del que ambos eran padres y le dice que necesitará buscar ropas y mamadera. "Pasá cuando quieras", fue la respuesta de Jesica y el último mensaje que escribió en su celular a las 19.30.
Después de esa hora, no respondió ningún mensaje por whatsapp ni volvió a publicar en ninguna de sus redes sociales en las que era muy activa. Así lo testificaron sus familiares, amigas y compañeros de trabajo. Nuñez respondió "Ok, voy en diez" y apagó su celular.
El ataque fue poco despues de esa hora y su deceso se produjo entre las 23 y las 5 de la mañana, "tras sufrir agonía y pérdida de sangre", segun consta en la causa.
Dos vecinos testificaron que cerca de las 21 horas escucharon tres o cuatro golpes, muy fuertes, como contra ruido de madera. Si bien se asomaron a la vereda no alcanzaron a ver a nadie y desde el lugar donde se encontraban, la casa de Jesica, no les quedaba visible.
Segun consta en la causa "Jesica no presentaba signos de defensa. Jesica no esperaba tal agresión. Nuñez contaba con la confianza de Jesica y esto hizo que pueda asestar los golpes en la cabeza de la víctima de manera sorpresiva, seguramente desde atrás por la posición en el cráneo de los impactos, y por como cayó la víctima al piso, quedando boca arriba, para empezar a perder sangre, y tratar de incorporarse entre el momento del hecho y el momento posterior en el que muere".
En la causa se acredita que Nuñez fue la última persona que vio con vida a Jesica Minaglia. Al arribar a la casa de sus padres, donde Nuñez vivía desde que se separó, encendió el teléfono y le envió mensajes a la víctima y después a su madre para armar una coartada.
"Claramente Nuñez utilizó los conocimientos de su profesión para no ser descubierto", afirmó la jueza. De la primera autopsia se desprende que la muerte de la docente fue por traumatismo encéfalo craneano y el horario de muerte se dio en el lapso comprendido entre las 23 y las 5 de la madrugada.
Dentro de la causa también testifica un amigo de Nuñez que lo atendió en la estación de servicio YPF a las 8 de la mañana, allí asegura que el policía tenía un comportamiento errático, lo invitaba a pescar en plena cuarentena, pero lo que mas lo impactó era que no recordaba el nombre de sus hijos, pese a la relación cercana que ellos tenían. Solo faltaban cinco horas para que la madre de Jesica encontrara el cuerpo de su hija, ya sin vida.
En la causa se establece lo que ya Nélida Gonzalez había declarado a los medios, que ella fue hasta la casa de su hija a pedido de Nuñez. Para la jueza ese acto era parte de las acciones de Nuñez para no quedar involucrado en la escena del crimen.
Al intentar abrir la puerta a las 13.10 del 15 de abril, la mujer se encuentra con la peor imagen. Le pide a su hijo que esperaba afuera que llame a la policía. El joven, en medio de la confusión, lo llama a Núñez y éste es quien da aviso a la policía. Nuñez y sus colegas llegan juntos al domicilio.
Una vez allí, ya no lo dejan entrar y queda detenido.