Por: Gastón Ortíz Maldonado.-
En esta semana que se conmemora el Día Mundial de lucha contra el SIDA, es necesario hacer una reflexión sobre esta enfermedad que diezma poblaciones y deja secuelas de difícil tratamiento.
En el año 1995 y como Diputado de la Nación, fui el autor de la Ley Nacional 24.455, que obliga a las Obras Sociales y al Sistema de Salud, incluyendo a las empresas de medicina prepaga, a solventar los tratamientos médicos, farmacológicos y psicológicos de los enfermos de HIV y drogodependientes.
Es muy importante conocer que esta enfermedad tiene varios planos para su abordaje, que deben estar integrados: el médico, el familiar y el social.
Aún las políticas publicas no han sido del todo efectivas para integrar estos aspectos. Aún existe la discriminación y la vergüenza.
La educación e información respecto a las relaciones sexuales son insuficientes, ya que es una afección ligada también a la pobreza y a la marginalidad social.
Debemos ser solidarios y tolerantes, toda persona enferma, debe tener atención gratuita ( ese fue el objetivo de la Ley mencionada ) pero además, debe tener un trato profesional y social afectivo, y que pueda contener los efectos colaterales de los que padecen HIV.
Cada uno de nosotros también, tiene una herramienta para paliar la enfermedad: un fuerte abrazo al que la sufre. Eso ayudará mucho a la terapia multidisciplinaria, que es de esperar, que llegue a todos los que la necesitan.
El lema de ONUSIDA para este año es, "Las comunidades marcan la diferencia". Esta frase sintetiza el enfoque que se le debe dar a las campañas de prevención, pues si bien hay menos muertes, aumentan los contagios en América Latina.
El lema también enfoca la importancia de la necesidad de que las políticas públicas sean descentralizadas. Si bien más personas que presentan el agente infeccioso tienen acceso al tratamiento, la epidemia está lejos de ser controlada.
En nuestro país algunas obras sociales y prepagas, ponen obstáculos para cubrir las terapias y se accede a ellas en algunos caso por los recursos de amparo u otras vías judiciales.
Se ha adelantado mucho, pero aún falta mucho por trabajar. En un esfuerzo que debe ser conjunto entre los dispositivos de salud pública, las ONGs y los medios de comunicación, que son fundamentales en estas circunstancias.
*Ex Diputado de la Nación, autor de la Ley Nacional 24.455.