LA NACIÓN/ RÍO GALLEGOS.- El contundente triunfo del Frente de Todos en Santa Cruz le dio un nuevo ímpetu al kirchnerismo en la provincia, en tanto que la reelección de Alicia Kirchner en la gobernación demostró que en su ADN anida la capacidad de ejercer el poder, tanto hacia afuera como hacia adentro del partido. El triunfo también marcó, en el universo del Frente para la Victoria, la aparición de dos nuevas figuras que aspiran a disputar el poder de un espacio que todavía mantiene la fuerza del apellido fundacional.
Tras el éxito electoral, ayer no hubo conferencias de prensa ni actos; los candidatos eligieron para expresarse las redes sociales, donde hicieron centro durante la campaña. Para Alicia Kirchner, los resultados de las PASO presidenciales "insinúan que pronto retomaremos el camino de la producción y del trabajo". Su rival, el senador radical Eduardo Costa, agradeció a quienes lo acompañaron y dejó en las redes un mensaje claro a sus electores: "Esta elección no se trató de mí ni de ninguno de los candidatos; se trató de ustedes y de que eligieran qué provincia quieren de acá a 4 años".
El intrincado sistema electoral de lemas vigente en la provincia fue el que prefiguró el resultado final: el intendente de El Calafate, Javier Belloni, y el sindicalista petrolero Claudio Vidal fueron quienes sumaron los votos necesarios para que Alicia Kirchner fuese reelecta.
A ellos y a sus votantes la actual gobernadora les agradeció el aporte en la helada madrugada de ayer, cuando ante el comando del Frente para la Victoria, en la avenida Néstor Kirchner, confirmó su victoria. Durante la campaña, Alicia, Belloni y Vidal no realizaron ningún acto juntos. Pero para ellos fue la frase "Vamos a estar más unidos que nunca, porque Santa Cruz nos une".
Hasta anoche, con el 92% de las mesas escrutadas, el Frente de Todos se imponía con el 58% de los votos ante el frente Nueva Santa Cruz, que obtenía el 32% de los sufragios, según los datos difundidos en la página oficial del gobierno de la provincia. El radical Costa, que lideraba la coalición opositora, perdía por 26 puntos, marcando así su peor registro electoral de las cuatro oportunidades en las que se postuló a la gobernación santacruceña.
Para la hermana de Néstor Kirchner el triunfo del domingo tiene doble sabor: a diferencia de 2015, cuando sin ser la candidata más votada asumió la gobernación tras vencer por un estrecho margen de cuatro puntos al lema de Costa, ahora ganó el frente interno y el general con una amplia ventaja. No obstante, la disputa entre ella y Belloni fue, durante una buena parte del conteo, voto a voto, y recién a las 2.30 Alicia se animó a confirmar su victoria.
Con el paso de las horas, la diferencia entre ambos se había ido achicando, aunque la tendencia era irreversible. Belloni aspiraba a llegar a la gobernación en su primer intento, pero no logró constituir una fórmula conjunta con el petrolero Vidal, lo que quizá le hubiese dado el triunfo. Alicia, dueña del aparato político del FPV, les ganó a los dos.
Para Belloni, de 48 años, hay un premio consuelo: en octubre se podrá postular por cuarta vez a la intendencia de El Calafate, donde anteayer los vecinos lo respaldaron con el 80% de los sufragios; ese caudal casi le garantiza la intendencia, a la que nadie duda que volverá. Pero le quedará el sabor amargo de saber que estuvo a tan solo 3000 votos de obtener la gobernación.
Mientras, en el búnker de Nueva Santa Cruz todo fue desolación el domingo a la medianoche. A pesar de que había escasos datos oficiales, los resultados que recibían de sus fiscales de las mesas de Río Gallegos los daban en paridad con Alicia Kirchner, justo en la ciudad donde proyectaban ganar con una amplia diferencia que les permitiera equilibrar el triunfo de Belloni en El Calafate y el de Vidal en Caleta Olivia. Pero nada de eso ocurrió.
A través de sus redes sociales, el senador radical agradeció a quienes lo recibieron en sus hogares "y se sumaron a construir una propuesta distinta para la provincia y nos apoyaron". Agregó: "Ayer nuestra provincia eligió un camino que no comparto, pero que respeto".
Alicia Kirchner logró un triunfo impensado: luego de recibir "una provincia quebrada", según sus propios dichos, y de mantener un presupuesto con déficit durante tres años, pasó en 2019 a cosechar un superávit de 1400 millones de pesos. Su esquema fiscal se basó en un fuerte ajuste que incluyó un congelamiento salarial a los estatales en 2017, año en que los alumnos perdieron 120 días de clases.
Por Mariela Arias