[caption id="attachment_41098" align="alignleft" width="774"] Álvarez y Gutierrez en la delegación local de la Fe[/caption]
En la causa que motivo las detenciones producidas hoy, se investiga una asociación ilícita, presuntamente liderada por la ex presidenta, dedicada al cobro de coimas vinculadas con el reparto de obras públicas. La actual senadora del Frente para la Victoria (FPV), que ya había prestado declaración indagatoria en dos oportunidades, fue procesada como jefa de esta asociación. Se le imputaron, además, los delitos de admisión de dádivas y cohecho pasivo. El delito de asociación ilícita tiene penas de tres a diez años, el de cohecho tiene penas de uno a seis años y el de admisión de dádivas contempla penas de un mes a dos años.
No serían las únicas medidas sobre el círculo cercano de los Kirchner que se darían por estas horas en la causa de los cuadernos de las coimas. Hace un par de semanas, un testimonio se sumó al expediente. Un testigo se presentó y dio datos precisos del entramado de Santa Cruz que rodeaba a los expresidentes. Desde entonces se trabaja en este círculo chico que ahora empezó a ser detenido. En la causa ya hay testimonios y pruebas en las que se da cuenta de la recolección de bolsos en Buenos Aires y del traslado a Río Gallegos en aviones. Faltaba saber qué pasaba allá, en Santa Cruz, una vez que eran recibidos. La Justicia aspira a que algunas de esas preguntas sean contestadas por varios de los integrantes de ese círculo cercano que ahora empieza a ser desbaratado.
Gutiérrez y Álvarez, dos colaboradores de los Kirchner que no tenían una buena relación entre sí, quedaron detenidos como parte del mecanismo de recaudación destapado por la conocida causa de las coimas, ambos pedidos fueron firmados por el juez federal Claudio Bonadío que instruye la causa por la cual ya se encuentra procesada Cristina Kirchner como jefa de una asociación ilícita. El arrepentido José López había dicho que los nueve millones de dólares que arrojó en el convento, se los había entregado Gutiérrez.
La semana pasada, el juez Bonadío pidió el expediente judicial en el que Fabián Gutiérrez, el ex cadete, secretario, confidente, de Néstor y Cristina Kirchner es investigado desde hace un año por posible lavado de activos. Al igual que sus jefes, su paso por el Estado lo bendijo con una rutilante vida de negocios. Ahora el juez cree que los activos de Gutiérrez provienen del mecanismo de recaudación destapado en la causa de las coimas.
Gutiérrez era investigado por el juez Marcelo Martínez de Giorgi del Juzgado Federal 8 donde intenta determinar si la investigación iniciada por una denuncia de la Unidad de Información Financiera confirma el posible origen de fondos ilegales. El año pasado, una treintena de allanamientos sobre sus propiedades y empresas, dejaron a la vista el vertiginoso crecimiento económico de hombre que se mantuvo siempre muy cerca del matrimonio Kirchner. La declaración de López sobre Gutiérrez lo dejó adentro de la causa. En esta ciudad, el exsecretario, integra la sociedad de un hotel céntrico, donde se lo vio en las ultimas horas.
Justamente, en la madrugada, fue detenido en el Hotel Comercio, exactamente a las 2. Había terminado de cenar con amigos. Cuentan que ya había sido alertado que la policía lo estaba buscando en uno de sus domicilios declarados en Buenos Aires. El exsecretarios ya había presentado un escrito ante Bonadio cuando se enteró que López lo involucró en su declaración. Ahora está incomunicado.
Bonadío busca determinar si el santacruceño es parte de la asociación ilícita conformada por funcionarios públicos que recaudaban dinero negro de empresarios que eran beneficiados con contratos millonarios de infraestructura.
Gutiérrez desplegó un pequeño imperio entre El Calafate, Puerto Madero, Río Gallegos y Tierra del Fuego, podría sufrir cambios. A los 45 años, ha logrado montar una estructura de negocios variados que va desde el turismo, la construcción y gastronomía, hasta el lavado de ropa o juegos infantiles para niños. Sin embargo, no todos están a su nombre, o su familia. Con los años se deshizo en los papeles de algunos negocios, pero no del control efectivo de ellos, según pudo cotejar LA NACION.
Julio Daniel Álvarez es un histórico asistente de Néstor Kirchner desde la época de la gobernación, luego fue secretario de Cristina Kirchner y renunció a su cargo en febrero de 2010, en el medio de una investigación por supuesto enriquecimiento ilícito.
Álvarez estuvo imputado en una causa que investigó el juez Bonadío pero luego lo sobreseyó. Cuando asumió en 2003 como secretario, a quien Kirchner lo llamaba "Danielito", tenía un patrimonio de $5860. Entre otros beneficios se encuentra dentro de los funcionarios que compraron tierras en El Calafate a $7,50, en su caso adquirió dos terrenos en 2004 de 1500 metros cuadrados y, en 2006, uno de 2250 metros cuadrados.
Luego de renunciar al cargo, Álvarez siguió en el entorno de los Kirchner, tenía ingreso diario a la casa de Mascarello y solía ir a buscar a la expresidenta al aeropuerto cada vez que visitaba la ciudad. Luego, ingresó de lleno en la política, cuando intentó ganar la intendencia de Río Gallegos por un sublema del Frente para la Victoria. Entre quienes apadrinaban su ingreso a la política, estaba el empresario ahora detenido, Lázaro Báez.
Fuente: diario La Nación