Gaby leyendoPor Gaby Mestelán.- Las equivocaciones son una ocasión de aprendizaje cuando uno está dispuesto a aprender de ellas. Sin embargo pareciera que las máximas autoridades del Consejo provincial de Educación no están dispuestas a aprender de errores recientes, tal lo sucedido con la desacertada decisión de suspender el receso invernal, y dejarlo sujeto a los porcentajes de clases dictadas. Algo que sólo les cerraba a las autoridades del Consejo pero que en la realidad concreta de las instituciones educativas siempre ha resultado inaceptable por varios motivos, principalmente por lo imposible de aplicar. Ahora a través de la Resolución N°1401, de fecha 14 de agosto de 2017, establecen la readecuación del calendario escolar 2017 que concluirá el 31 de marzo de 2018. Por lo tanto tendrán que convivir en el mes de marzo, el comienzo del ciclo lectivo 2018 y la finalización del ciclo lectivo 2017. Según la readecuación, el ciclo lectivo inició el 14 de agosto. La realidad dice que ese día no hubo clases porque algunas escuelas estuvieron afectadas al acto eleccionario, otras porque los docentes estuvieron de retención de tareas porque no cobraron todavía, en otras porque no están dadas las condiciones de seguridad edilicia, en otras porque no se ha hecho el ofrecimiento de cargos para que los espacios curriculares tuvieran docentes que den clases….en definitiva, ni siquiera empezó lo que unilateralmente dispusieron que debía comenzar de nuevo. La Presidenta del C.PE declaró que van a hacer un “diagnóstico pormenorizado” por nivel de la situación de los alumnos. Habría que recordarle a la Presidenta del Consejo que, a ocho meses de iniciado el año, si bien no sabemos si han hecho un “diagnóstico pormenorizado” de las escuelas, lo que sí constatamos es que no las han arreglado ni puesto en condiciones para garantizar la continuidad del ciclo lectivo, cuando comience. La política educativa de Santa Cruz tiene la penosa impronta de la improvisación. Una política educativa hecha de actividades técnico-administrativas desajustadas de la realidad, muy distantes del planteo ético-político que una verdadera política de estado en materia de educación debiera tener para enfrentar en serio el drama de la desigualdad educativa y asumir con responsabilidad y convicción el desafío de la equidad educativa. El Consejo no asume la complejidad de la problemática educativa de nuestra provincia, y hace análisis reduccionistas, coyunturales y unilaterales, que claramente evidencian la falta de comprensión de lo que ocurre. Las autoridades no entienden que con “dispositivos” no se arregla la profunda crisis generalizada que padecemos en Santa Cruz y que impacta principalmente en nuestra educación. Y que el único camino posible a transitar es recomponer la relación Consejo-Escuelas, es establecer comunicación e interacción racional y fluida entre autoridades y docentes, es fortalecer las comunidades educativas, es respetar el valor irreemplazable del vínculo alumno-maestro. El único camino posible es devolver la educación a las escuelas , ya que con tantos “dispositivos” lo que hacen es ir vaciando de educación a la única institución social que puede hacer que el origen no devenga en condena para ningún niño y adolescente. *Docente y diputada provincial Encuentro Ciudadano